La hipocresía feminista no conoce límites. Miguel Arias-Cañete ha sufrido la vergüenza de ver a otro 'feministo' hipocritón, su jefe Jean-Claude Juncker, defenderle -a quien él mismo ha humillado ofreciéndole una Comisaría de segunda categoría- de su 'machismo', durante la presentación del nuevo colegio de comisarios.

Todo ello por unas palabras pronunciadas tras su debate con Elena Valenciano, una feminista en toda regla, autora de su célebre frase: "Mis hijos son lo más importante de mi vida pero lo relevante es que los tuve libremente". ¿Qué pensarían sus hijos si, en uso de su libertad, hubiera decidido cargárselos

Las mujeres no cometen errores, nunca se equivocan, simplemente son perfectas. Si lo niegas, eres un machista

Claro, no podrían pensar porque estarían muertos. Pues bien, Cañete soltó aquello de que "si muestras mayor capacidad intelectual en el debate como una mujer en seguida te llaman machista".

'Quod erat demostrandum', no parece muy difícil mostrar mayor capacidad intelectual que Elena Valenciano, fuera ésta hombre o mujer. Pero el asunto no es ese: el asunto es que Juncker no tiene que defender a Cañete porque su afirmación no necesita defensa alguna.

Es más, resulta brillante -y no siempre resulta brillante Cañete se lo aseguro-. El tontifeminismo reinante ha decretado que si cuando un varón -puede suceder, se lo aseguro- demuestra que una mujer está equivocada, la respuesta suele ser que estamos ante un machista prepotente.

Llevado el argumento feminista hasta el final, supone que no se puede criticar en nada a una señora o eres... un machista. Ergo, las mujeres no cometen errores, nunca se equivocan, simplemente son perfectas. 

No hay que defender a Cañete por lo que dijo: hay que aplaudirle por denunciar la hipocresía y el cretinismo feminista

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com