Carlos Herrera, en Onda Cero, comentaba que este fin de semana, se ha evidenciado una estrategia política que sirve para que algunos laven la cara en situaciones delicadas. El PSOE ha ofrecido un pacto de Estado contra la corrupción urbanística, y esto suena a que quiere aunar voluntades, esfuerzos, y bla, bla bla, pero si se analiza con menos bondad, uno percibe que es una vieja costumbre del PSOE cuando está en apuros. En un principio, al PP se le aísla, y se le arrincona, pero cuando los problemas de verdad acucian, entonces se busca el pacto de Estado. Ha pasado por ejemplo, con la inmigración. El PP quería que se ahogaran los negritos, según el PSOE, y Caldera y compañía han montado el pollo más monumental en la UE, y le han llamado 4 veces la atención, y cuando se da cuenta de que es un problema grave, ofrece un pacto de Estado. Ahora, cuando pillan a dos alcaldes del PSOE con un documento en el que aparecen 40 millones de euros, empiezan a ponerse nerviosos y piden otro pacto de Estado. Mariano Rajoy responde que contra la corrupción tienen que luchar los jueces y la policía.