Carlos Herrera, en Onda Cero, se refería a la sentencia que desenmascara uno de los grandes escándalos de la democracia: la sentencia que condena a la cárcel a tres policías por detener a dos militantes del PP. Eso le ha costado la dimisión al delegado del Gobierno en Madrid, Cándido Méndez, que dice que lo hace por convicciones democráticas. Para Herrera, la sentencia deja cosas claras: que Bono no dijo la verdad, el fiscal general del estado ha vuelto a actuar como lacayo del Gobierno pidiendo la absolución de los imputados y porque ha habido masas vociferantes y ha habido policías que no han querido participar en esta república bananera y han sido relevados. Y se pregunta Herrera: ¿Dónde está el Gobierno del talante, los defensores de los derechos humanos y de la calidad de nuestra democracia y los que elogiaban los logros de la II República? Dice el País que la sentencia es desmesurada. Acuérdense, la manifestación de las víctimas del terrorismo se presentó como una manifestación de la extrema derecha, porque este Gobierno quiere presentar a las víctimas como extrema derecha, Bono fue subiendo el tono de sus quejas y ya empezó a hablar de linchamiento, sus guardaespaldas lo negaron, fíjense, Bono, que organizó una cacería personal contra Trillo. ¿Y por qué se organizó esto contra los dos militantes del PP? Porque eran militantes del PP. Es muy grave que Cándido Conde Pumpido ponga a toda la fiscalía al servicio de los imputados. No es de un país democrático que dos militantes de la oposición sean detenidos por hechos que no existen, esas sosas pasan en Cuba. Y estas cosas dónde acaban, porque el juez Alonso, un buen ministro del Interior y de cuya honestidad no tengo ninguna duda, cometió un error y fue comparecer en el parlamento y ahora la verdad judicial no le ha dado la razón. Ahora tendrá que comparecer, y me consta que lo va a hacer.