Gerardo Herrero es uno de los pocos cineastas españoles que en sus películas pretende abordar temas serios. A veces, el resultado no es totalmente satisfactorio pero, al menos, nunca frivoliza.

En Heroína ha abordado una de las lacras más serias que amenazan a la sociedad actual: la droga. La historia está inspirada en hechos reales recientes: la lucha de un grupo de madres y padres gallegos (agrupados en la asociación Erguete) que se enfrentaron a los narcotraficantes.

El relato, realizado gracias a los testimonio aportados por Carmen Avendaño y su familia, no sólo muestra el deterioro que puede provocar en las relaciones familiares la existencia de un toxicómano sino el duro viaje de la asociación Erguete por concienciar a la sociedad de que sus hijos eran, antes que nada, unos enfermos que necesitaban ser rehabilitados.

Aunque la película decae en su ritmo en algunos momentos, posee algunas imágenes realmente emotivas como las concentraciones de protesta de las madres ante los garitos de los traficantes o la cacerolada de recibimiento de las reclusas cuando la protagonista y otra mujer de su asociación son detenidas por desacato a la autoridad.

Destaca, por ensamblarse perfectamente con la historia y poner la piel de gallina, la canción CANTAREIRAS, interpretada por As cantareiras de Raigaña de Cerqueda,

Heroína no es una película perfecta pero sirve para acercarnos al sufrimiento que atenaza a las familias afectadas por la lacra de la droga.