Sr. Director:

Nuestro gobierno considera que las corridas de toros atentan contra los derechos de los animales e incitan a la violencia, y por ello no son aptas para los menores, los cuales no  pueden  ver como los matan aunque sí puedan comer su carne; excepto en forma de hamburguesas; alimento éste que además de ser franquicia yanqui engorda y produce colesterol. Y aunque el vino contrarreste los efectos del colesterol, lo conceptúa como una bebida poco recomendable porque fomenta el botellón entre los jóvenes. A los cuales, como es natural, también les prohíbe fumar en todas partes, por ser el tabaco el peor de los venenos.

Pero eso sí; les concede el derecho a tener todo tipo de relaciones sexuales a partir de los trece años, sin que los padres puedan oponerse a ello. (No lo llamo hacer el amor porque eso no tiene nada que ver con el amor) Ahora bien, han de usar preservativo, el cual les  protegerá de la transmisión del sida en el 90 % de los casos. Queda por tanto, una posibilidad entre diez  de que la cosa no funcione y se trasmita la enfermedad o se produzca un embarazo no deseado. Pero, en cambio, es seguro que nuestra juventud, gracias a nuestra ministra de Sanidad, no morirá de infarto, ni por cirrosis hepática ni de cáncer de pulmón.

Frederic Gómez

frederic.gomez@bell-lloc.org