El tradicional veraneo de la familia real en Mallorca ha topado con su primera dificultad. La princesa de Asturias, doña Letizia, poco aficionada a la vela, se aburre en la isla. Por ello, amigos de Iñaki Urdangarín (la sombra de los Urdangarín es alargada) están buscando una casa de verano en el Ampurdán girondense, donde veranea la alta sociedad catalana y la alta burguesía madrileña a la que no le importa que le hablen en catalán un mes al año.

Si el Heredero al trono y su familia reparten las vacaciones estivales entre Mallorca y Girona, algo muy importante habrá cambiado en el modo de hacer habitual de Zarzuela. Claro que en Zarzuela están cambiando muchas cosas.

A fin de cuentas, don Felipe y doña Letizia son condes de Girona.