Mi atávico anticlericalismo es que cuando un cura habla mucho de diálogo con los laicos es que me quiere llevar al huerto.

Un cura no dialoga: manda y obedece, gobierna a costa de aplicar el magisterio y cuando no entiende el magisterio, escucha a sus obispos, a todos los obispos del mundo y, particularmente, al obispo de Roma. Detrás de toda desobediencia clerical late una soberbia fundamental, más bien, enorme.

Bueno, vale, sí que puede dialogar, pero ustedes me entienden.

Ahora que se acaba el año sacerdotal. Benedicto XVI ha hablado de la obediencia del sacerdote. Zenit hace un buen resumen, aunque yo recomendaría la lectura completa del texto.

¿Que por qué habla el Papa de sacerdotes obedientes? Pues porque no son obedientes.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com