El día que el Congreso de los Diputados aceptó la discusión del Estatut catalán fue calificado por Alfonso Guerra como día aciago. Este martes la Comisión constitucional que preside el propio Guerra concluía sus deliberaciones sobre el nuevo texto. Sin embargo, es conocida la posición crítica del exvicepresidente respecto a las reformas estatutarias y que incluso asesora a los diputados del PP sobre la estrategia a seguir. Se comprometió en dar la batalla, aunque les aseguró que en caso de que no ganara no sacaría las patas por alto. Posición de firmes y a obedecer.

Esto es lo que dice también a sus amigos constitucionalistas.

- Alfonso, ¿por qué no te rebelas?, le preguntan

- Yo ya no mando nada y el PSOE es un partido en naufragio : las mujeres y los niños primero, responde

Quizás por eso este PSOE está empeñado en las paridades tanto en las listas electorales como en los consejos de administración...

Claro que eso de que Guerra no manda nada es un decir. Él sabe que en caso de quisiera montar una rebelión, ganaría. Eso sí, una y no más. Tanto él como los revolucionarios abandonarían las listas y el hermanísimo no tiene ya edad para buscar acomodo en otro lugar, así que mejor buscar acomodo con los de casa. Aunque naufraguen, de momento gobiernan. Y eso da mucho calorcito. ¿O no?