El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, juzgará al etarra Henry Parot, condenado pro más de 26 asesinatos, por los delitos de integración en banda armada y conspiración para cometer estragos y atentados. En otras palabras, Parot, uno de los terroristas que más presume de sus crímenes y que no ha mostrado la menor señal de arrepentimiento, no podrá salir a la calle en 2009, tal como estaba previsto. Y es que la Fiscalía del Supremo advirtió que, con la ley en la mano, no se podía evitar el agrupamiento de penas y, con ello, la excarcelación de un hombre tras 20 años en prisión, a pesar de que su condena se medía en cientos de años.

Y lo peor es que otros 70 miembros de ETA, algunos especialmente sanguinarios, como Domingo Troitiño, podrían abandonar la prisión en el transcurso del presente año.

No olvidemos que fue Grande-Marlaska, el mismo juez que enmendó la plana al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y prohibió la Asamblea de Batasuna en Baracaldo.

Todo ello ha ocasionado la consiguiente bronca entre el PSOE y el PP. El argumento del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar en el Senado, en la mañana del miércoles, fue la misma que el diario El País había publicad también con el PP eran excarcelados etarras, para ser exactos 300 en 8 años. Esta comparación es algo que sin duda consolará a los familiares de las víctimas de ETA, que se manifestaron el martes en apoyo de Eduardo Fungairiño, fiscal jefe de la Audiencia Nacional cesado por Cándido Conde-Pumpido.