No existe el derecho al olvido. Lo que existe es el derecho a la verdad, por parte del receptor, y el derecho a la privacidad, por parte del protagonista de una noticia. Así que por mucha razón que le hayan dado los tribunales al Gobierno español para exigir a Google que borre de sus archivos lo que no sea "pertinente", los principios deben quedar muy claros.

Lo que no puede ser, como el Ministerio de la Verdad (1984, George Orwell), es borrar tu pasado. Sin embargo, sí se puede y se debe obligar a Google, o a cualquier otro buscador, a que no se entrometa en la intimidad de las personas, que no debe ser objeto de curiosidad pública salvo en muy concretos casos, y que no publique infamias, difamaciones o calumnias.

Y sí, el derecho a la privacidad limita a la derecho a la verdad... como lo limita la propia capacidad de las personas.

Lo de menos es que todos esos términos, como lo que es cierto o es falso, estén en discusión. Los principios no cambian por la casuística.

Pero el derecho al olvido no existe. Lo que existe es la amnesia.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com