Además, el PNV le ofrecía la presidencia ejecutiva de las tres cajas vacas fusionadas. El consejero delegado tenía la promesa de FG de que se iba a retirar (cumple los 65 años el próximo 19 de octubre). El despacho Garrigues tramitó su pensión, que le reportará más de 100 millones de euros. Incompatibilidad por seis meses pero, a partir de ahí, no podrá trabajar donde no desee FG; por ejemplo, en el Santander. Cabreo de Barreiro y Asúa con Cano

Francisco González nació el 19 de octubre de 1944. Es decir, que en 11 días cumplirá los 65 años de edad. Los acuerdos del Consejo no le obligaban a retirarse pero su número dos, el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, asegura a sus íntimos que le había prometido el pase: es decir, que a cortísimo plazo, José Ignacio Goirigolzarri le habría sucedido en la Presidencia del BBVA. Cuando FG le dice que ni lo sueñe, Goiri decide irse.

De inmediato, se pone en marcha la operación de comunicación: el banco sólo anuncia dos cosas: que Ángel Cano sustituye a Goiri como consejero delegado y que éste se va a llevar la famosa pensión, a coste de 3 millones de euros anuales (tiene 55 años). Por cierto, de 53 millones nada, porque esa cifra sólo contiene el Estudio actuarial, cuando cualquier fondo de pensiones te asegura 40.000 euros anuales. En resumen, que la pensión real, contando rentabilidad asegurada, supera los 100 millones de euros. Si quieren más información, pregunten en el bufete Garrigues, que ha llevado el caso, tras un acuerdo que se firmó en cuestión de pocos días.

Naturalmente, los servicios de imagen de FG se preocuparon de frenar la cuestión en la inmoral pensión de Goiri, obviando el pequeño detalle de que la pensión del despedido es mayor que la del despedido y que, además, FG cuenta con un blindaje de 80 millones de euros, el que prometió a Rajoy que cedería, aunque por el momento, seguramente por falta de tiempo, no lo ha hecho.

Además, con la pensión Goiri, insisto, una falta de ética, se lograba también apaciguar el nombramiento de Ángel Cano, cuyas credenciales son haber gestionado medios -especialmente recursos humanos, y ser absolutamente fiel a FG. Los dos primeros espadas de la dirección, Juan Asúa y José Barreiro, están que braman.

Y el mercado que no acaba de entender cómo se puede nombrar primer ejecutivo del segundo grupo bancario del país a quien nunca ha estado en áreas de negocio.

En cualquier caso, lo que más le duele a Goiri es que apenas unos meses atrás había recibido la oferta del PNV para presidir la BBK, en sustitución de Xavier de Irala, promesa que llevaba adosada el apoyo del PNV para presidir la entidad resultante de la fusión de las tres cajas de Euskadi. Lo rechazó, y Mario Fernández le quitó la plaza. Lo rechazó, porque tenía la promesa de FG -que éste niega- de que dejaría de titubear y cedería la Presidencia.

Además, el acuerdo de Garrigues -fórmula pensión- mantiene que la incompatibilidad total de Goiri es por seis meses. Ahora bien, a partir de ahí, el antiguo consejero delegado del BBVA podrá trabajar en cualquier empresa, financiera o no, pero siempre que el BBVA no se oponga. En definitiva, que Goiri queda en manos de la muy soberana decisión de FG. Por de pronto, que se olvide de trabajar en el Santander (Emilio Botín siempre ha querido ficharle), porque FG dirá simplemente no. Y hasta tendrá razones, que argüir, claro está.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com