El gran proyecto portugués de fusionar su eléctrica EDP con la petrolera GALP queda en entredicho en la UE. La opción del Gobierno Zapatero para que la opa salga adelanté ya no es que Botín venda su 22% de Fenosa a GALP, sino a EDP

A las nueve de la mañana Europa Press, hacía pública la siguiente nota: El Tribunal de Justicia de Primera Instancia de la UE confirmó hoy la Decisión de la Comisión del 9 de diciembre de 2004, en la que declaró incompatible con el mercado común una concentración mediante la cual Energías de Portugal SA y ENI Portugal Investment S.p.A. adquirían el control conjunto de Gás de Portugal SGPS S.A.

Atención. Esta operación no era otra cosa que el embrión de la macro-operación lusa, la más deseada por el gobierno portugués: fusionar su petrolera pública GALP con su eléctrica pública EDP, propietaria de la española Hidrocantábrico.

Por cierto, en este aso se encontraba personado Gas Natural

Dos horas más tarde, Endesa recordaba que esa sentencia se parece mucho a la OPA de GN. A fin de cuentas, el Tribunal Europeo vetaba una fusión entre una gasista  una eléctrica.

Una hora después del comunicado de Endesa, desde Lisboa, el ministro de Industria, José Montilla, advertía que la sentencia del Tribunal europeo nada tenía que ver con la operación, lo miso que dice Gas Natural, pues considera que el mercado portugués no puede compararse con el español, cosa rigurosamente cierta. No contento con ello, Montilla firma que la SEPI, organismo estatal que alberga las empresas públicas, accionista de Endesa, acudirá a la OPA. Más alineamiento, imposible.

Y para desprenderse de cualquier tipo de neutralidad, el ministro de Zapatero asegura que el Gobierno no se opondrá a que una empresa pública compre una eléctrica española. Naturalmente, se estaba refiriendo a su deseo de que Emilio Botín venda su 22% de Fenosa a la portuguesa EDP, entre otras cosas para aislar a Endesa: así, ni Fenosa ni EDP-Hidrocantábrico, se opondrán a la opa de GN. Probablemente, en La Caixa estén ya convencidos de que con amigos como Montilla, no hacen falta adversarios. El descaro con el que las autoridades socialistas están apoyando la OPA, por sus intereses políticos, está haciendo que muchos espectadores, que aplauden la creación de una energética integral radicada en España, es decir, la OPA de Endesa, se apunten a la causa de Endesa.

Pero a Montilla no le importa eso. Lo que quiere es ser presidente de la Generalitat y contar con su INI catalán.