Veamos. Gas Natural ha ganado la batalla política. Salvo el Partido Popular, todas las fuerzas políticas están a favor de la operación, y por lo que se refiere al PSOE y a los nacionalistas catalanes y vascos, con gran entusiasmo. Es más, en La Caixa preocupa, y no poco, que ese entusiasmo genere una antipatía en el resto del país por la OPA, así como que ofrezca argumentos sobre la politización de la operación.

Para Gas Natural, por ejemplo, es una coincidencia que Sebastián Ruscalleda i Gallart, el representante de los nacionalistas catalanes en la Comisión de Electricidad, se haya convertido en el ponente del caso, dado que los casos en la Comisión se aplican por riguroso turno. Sin embargo, en Endesa recuerdan que lo más fácil es agrupar casos o saltar turnos. En cualquier caso, de 9 consejeros ha ido a parar al catalanista.

La batalla regulatoria también está siendo ganada por Gas Natural, salvo en Europa. El vicepresidente Pedro Solbes y el secretario de Estado de Economía, David Vegara, se apresuraron a decir que ésta era una cuestión española y presionaron a Europa para que les apoyaran. Sin embargo, el comisario europeo de la Energía ha pedido a España que les reenvié el expediente.

En cualquier caso, hasta ahí dos batallas ganadas por Gas Natural. Sin embargo, Endesa está ganando la batalla sectorial. Todo el mundo eléctrico se ha colocado frente a Iberdrola, y el cabreo explosionó en la Junta Directiva de la Patronal eléctrica UNESA, celebrada el pasado martes. Pizarro se enfrentó a Iñigo Oriol y la cosa acabó como nadie podía recordar en UNESA. Ahora mismo, la patronal no tiene presidente.

Pero es que hay más. Gas Natural, en una operación muy bien diseñada, ofreció el 35% de los activos de Endesa a Iberdrola. De esta forma, el coste de la operación se limitaría al coste de la ampliación de capital de GN para pagar el 65% de acciones por intercambio. Por ejemplo, GN cedería 1.250.000 de sus clientes, por ejemplo en zonas como Madrid. Ahora bien, al parecer se trata de clientes de distribución, no de comercialización. En otras palabras, hablaríamos de activos regulados, los buenos, y esos también los quieren los otros operadores.

Batalla económica: por el momento es la que más cruda que tiene Gas Natural. En el sector existe la convicción de que Gas Natural deberá mejorar la oferta en cantidad y cualidad. Cualitativamente, aumentando el pago en metálico y reduciendo el papel. Lo que no cabe duda es que el PER de Endesa es menor que el de Gas Natural e Iberdrola, y que la remuneración al accionista de Endesa no era mala. Los bonistas de Endesa, por ejemplo, no tienen motivos para sentirse entusiasmado.

Eso sí, al final la gente no mira la rentabilidad de una OPA, sino de su inversión, y la bolsa camina al alza: eso juega a favor de Gas Natural.