El 9 de noviembre de 2005, festividad de Nuestra Señora de La Almudena, patrona de Madrid cayó en miércoles. Como viene siendo habitual, cuando se paraliza, no ya la provincia, sino el municipio de Madrid, se paraliza toda España.

Pero esa semana, en La Caixa estaban más que preocupados. La OPA de Gas Natural sobre Endesa estaba en vísperas de recibir la notificación de Bruselas, que al final le resultó favorable, tras el viaje fantasma de Durao Barroso a Madrid para entrevistarse con Zapatero (ya saben, la bazofia informativa).

Tanto el presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa, como el director general, Isidro Fainé, estaban dispuestos a tirar la toalla, tras el acoso del diario El Mundo, la rebelión madrileña contra Gas Natural y, sobre todo, al comprobar el efecto la entidad se niega a facilitar cifras- que la OPA había tenido, en la retirada de depósitos, sino en captación de nuevos productos y clientes. Pero fue entonces el PSOE quien tomó el testigo y se plantó ante la entidad catalana, exigiendo que la OPA continuara. En La Caixa se recuerda ahora aquel episodio como un momento de debilidad.

Ahora, en el campo político, todo marcha viento en popa. Solbes quiere dar carpetazo antes de que termine el mes, mientras pocos esperan que el juez del Tribunal de Luxemburgo paralice el viernes 13 la operación. Al menos, no lo esperan todos juristas que se están batiendo el cobre por la OPA en Bruselas, ninguno de los dos de Gas Natural. Luis Suárez de Lezo, por Repsol YPF, y Julián Martínez Simancas, por Iberdrola.