• El alcalde británico de Gibraltar ahora quiere aumentar la presencia de la Marina británica en la Roca.
  • Utiliza como excusa que un buque oceanográfico español realizó una misión en aguas españolas.
  • España dice que la misión del buque es perfectamente legal ya que buscaba pruebas sobre los 70 bloques de hormigón depositados por Reino Unido en el fondo de la bahía.
  • España y Reino Unido se comprometieron recientemente a negociar sobre Gibraltar conforme "al derecho internacional".
Después del palo de la UE al alcalde británico de Gibraltar, Fabian Picardo (en la imagen), al concluir que España no vulnera las normas europeas al endurecer los controles en la Roca, ahora Picardo se ha 'picado'.

Por eso, utilizando como excusa la incursión del buque oceanográfico español Ramón Margalef en aguas españolas -él dice que son gibraltareñas- ha reclamado al Reino Unido que  aumente la presencia de la Marina británica (Royal Navy) en el Peñón. "Estoy a favor de cualquier cosa que tenga un positivo efecto disuasorio", ha dicho el alcalde británico.

En el incidente de ayer, tres patrulleras de la Guardia Civil española protegieron al 'Ramón Margalef' ante la presencia de barcos de Gibraltar, que le enviaron varias advertencias e intentaron que no llevase a cabo esa actividad de prospección científica.

Pero es que, encima, el Gobierno británico convocó ayer al embajador de España en Londres, Federico Trillo, para comunicarle su malestar por la incursión del barco español, acto que calificó de "grave" y "provocadora".

El conflicto de siempre: Gibraltar considera que tiene jurisdicción sobre tres millas náuticas alrededor del Peñón, algo que no reconoce España, pues en virtud del Tratado de Utrecht de 1713 sólo admite la soberanía gibraltareña sobre las aguas del puerto.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, expresó su "sorpresa" por la reacción del Gobierno del Reino Unido ya que la misión del buque es perfectamente legal. El 'Ramón Margaleff' estaba haciendo prospecciones y recabando pruebas en la Bahía de Algeciras, siguiendo instrucciones de la Fiscalía, para aportar datos que permitan a la Comisión Europea dilucidar si los 70 bloques de hormigón depositados por Reino Unido en el fondo de la bahía respetan la legislación comunitaria.

"España está actuando dentro del más estricto respeto a la legalidad internacional y con el compromiso de acatar lo que las autoridades encargadas de interpretar esta legislación hagan", ha remarcado. En este sentido, lo que España está haciendo, añadió, es "recabar las pruebas" para que esa legislación comunitaria se respete.

Los británicos andan muy picados. Será mejor ir por la vía de diálogo pactada recientemente en la ONU entre ambos países.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com