Se ensañan cada noche con pescadores españoles mientras el Gobierno dice que lo mejor es "el diálogo"Un barco de la Cofradía de Pescadores de La Línea de la Concepción (Cádiz) ha sufrido en la madrugada de este lunes el acoso de las patrulleras de Gibraltar cuando faenaba en las aguas que rodean el Peñón y que son motivo de conflicto entre el gobierno de la Roca y los marineros de la Bahía de Algeciras.

Según fuentes del sector, "el incidente ha sido mínimo pero es uno más". Aunque afortunadamente no ha ocurrido nada grave "la situación es cada vez peor". Pese a que se había decretado una tregua, no oficial, a la espera de la reunión de este lunes entre las cofradías de La Línea y Algeciras, la realidad es que "hay gente que tiene que pescar ya que lo está pasando mal".

Mañana, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se entrevista con su homólogo inglés para hablar de la situación. Hace bien poco, García-Margallo, manifestó que "la mejor solución" al conflicto pesquero en Gibraltar es "encontrar un compromiso a través del diálogo y la negociación que garantice el derecho a pescar" de los barcos españoles donde lo han hecho "toda la vida".

Está bien lo del diálogo. También está bien la defensa que está realizando la Guardia Civil de los pesqueros españoles, por orden del Gobierno, como contaban en ABC los propios miembros de la benemérita y los pescadores.

Pero hay veces que te preguntas: si un terrorista o delincuente viene con un cuchillo a obligar a alguien a hacer algo, ¿qué clase de diálogo hay que tener con ese terrorista?

Hoy también ha informado ABC de que la Policía gibraltareña recibió órdenes de capturar un pesquero. Quería comprobar hasta qué punto la Guardia Civil estaba dispuesta a proteger las embarcaciones españolas. En este caso, la actitud del alcalde de Gibraltar, Fabian Picardo, es propia de un delincuente. Y con delincuentes no es posible el diálogo: no se les hace caso y se les encarcela.

"Si pasa una desgracia será porque no se toman medidas antes. No somos profesionales del conflicto, solo queremos que nos dejen trabajar. Estamos pasando necesidades, porque este tema lo arrastramos ya desde marzo, cuando el nuevo ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, decidió romper por su cuenta el acuerdo de 1999. Estamos tocados psicológicamente. Yo me controlo, pero es muy duro ver cómo tu hijo está a punto de morir a unos pocos metros y no poder hacer nada… Si esto es una película, gana todos los Oscar", decía un pescador en ABC.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com