Los directores del renombrado largometraje documental Microcosmos (que mostraba un mundo diminuto en trozo de césped) han sido en esta ocasión mucho más ambiciosos: ahora han pretendido contarnos la creación del universo, el Génesis. Con el objetivo de hacerlo más comprensible han situado como narrador de esta historia a un griot africano (una especie de cuentacuentos) que ha utilizado un lenguaje lleno de metáforas para explicarnos temas tan complejos como el nacimiento, la muerte, el tiempo

 

La puesta a punto de esta película ha costado seis largos años y en ella estos dos  documentalistas han vuelto  a demostrar una gran pericia para ofrecer al espectador imágenes espectaculares de las maravillas de mundo que nos rodea: animal y vegetal. El problema de esta producción estriba en el discurso simplista que contiene que vuelve a defender las teorías evolucionistas (según esta película nuestros ancestros provenían del mar) y, de alguna forma, aquellas tesis ecologistas que sitúan al hombre al mismo nivel que el resto de las criaturas vivas (a la vista de este largometraje, yo me niego a ser considerada igual a un sapo baboso que desfila rampante ante nuestros ojos).

 

En este contexto, el griot africano habla de  reencarnación cuando alude al paso siguiente a la muerte y cita la palabra amor cuando se refiere al puro  instinto animal. Es decir, pocas ideas pero muy confusas.

 

Eso si, de toda la vorágine de comentarios poéticos, pero sin fundamento, que escuchamos en Génesis  lo único positivo de la película es que se habla del origen del hombre desde el momento de la concepción. Y, por ese motivo, se muestran imágenes de seres humanos en el vientre materno. Gracias  técnicas muy avanzadas, realizadas por un doctor llamado Jean Marc Levaillant, podemos contemplar cómo un bebé de dos meses puede gatear sobre sus rodillas en el líquido amniótico cuando su madre todavía no puede notar sus movimientos dentro de su cuerpo.

 

En resumen, Génesis, técnicamente, es una película impresionante, pero, para próxima ocasión, yo les rogaría a estos profesionales se olviden de intentar explicarnos el por qué de todas las cosas y se limiten a realizar documentales de animales.