Al cierre de esta edición, militares del Ejército español destinados en el Ministerio de Defensa no tienen todavía entrada para las tribunas del desfile militar del próximo 12 de octubre, Día de la Hispanidad y festividad de la Virgen del Pilar. Se trataría de la primera vez en que estos militares no pueden presenciar desde las gradas el desfile.

Algunos consideran que quizás el ministro de Defensa, José Bono, trata de civilizar al Ejército. Otros piensan que Bono quiere evitar posibles críticas a Zapatero del estamento militar menos adepto con la que está cayendo con ocasión del Estatuto catalán. Bono busca aplausos y evita las críticas, señalan los más maledicentes. Si tenemos en cuenta la afición mediática del ministro y el cabreo de los generales a los que no les ha llegado la subida de sueldos de Defensa, las piezas encajan. Pero sea lo que sea, la realidad es que algunos generales siguen -por vez primera- sin la entrada.

Y por si fuera poco, el embajador de Estados Unidos en España, Eduardo Aguirre, se muestra muy molesto con la invitación al desfile de los ejércitos de Cuba y Venezuela. Menos mal que el ministro de Defensa es patiota, pero no de loj de loj tanquej. Bono dixit .