El consejero delegado de Iberdrola, Ignacio S. Galán, no es un hombre paciente. El pasado día 6 asistió a una novillada en las Ventas, de la Feria de San Isidro. No le gustó el primer toro, tampoco el segundo, al tercero decidió marcharse. Similar impaciencia muestra a la hora de convertir a Iberdrola en el líder del sector eléctrico.

 

Para eso, prosigue con su campaña de cómo hacer amigos, con una entrevista concedida al diario económico Cinco Días, del grupo de Polanco. Para romper el hielo, Galán afirma que no quiere competir con Endesa en generación porque ya la ha superado, además de recordar que para cumplir Kyoto ellos ya han hecho los deberes, mientras que otros, Endesa, no. Y que lo que hay que hacer es dejar de importar carbón, especialidad de Endesa, y comenzar a importar gas, que es lo que también hace Endesa, pero Iberdrola con mucho más entusiasmo. No obstante, lo más llamativo de la entrevista es cuando afirma que La Caixa podría entrar en el capital de Iberdrola. Considerando que La Caixa es el principal accionista de Gas Natural (GN), quien lanzó una OPA hostil contra Iberdrola, la declaración de Galán resulta genial.

 

Pero la verdad es que La Caixa, si lo prefieren, Gas Natural, no piensa ya en Iberdrola. En primer lugar, porque hay que aclarar qué va a pasar con Alfonso Cortina, presidente de Repsol YPF, que, en principio, contra todo pronóstico, cuenta con el apoyo del Gobierno Zapatero. Y Cortina, ya en su día, se opuso a la OPA de Gas Natural… y sigue siendo el segundo accionista de GN.

 

En segundo lugar, a Gas Natural y a La Caixa les hace más ilusión pensar en Endesa que en Iberdrola. En primer lugar, porque Endesa es la principal eléctrica por número de clientes; en segundo lugar, porque controla Cataluña y en tercer lugar… porque Endesa podría estar más dispuesta a negociar que Iberdrola, si es que de fusión, y no de mera compra de un paquete de acciones, estamos hablando.