Así lo aseguró este miércoles el secretario general del sindicato Manos Limpias, Miguel Bernard. En declaraciones en Intereconomia, Bernard calificó de vergüenza que Garzón remitiera el auto en el que exculpaba al jefe de seguridad del PSOE, Fernando Mariscal, antes de remitírselo al sindicato manos Limpias que fue quien denunció el caso ante la Audiencia Nacional.

Además, Bernard señaló que su antecesor, el juez Grande Marlaska, sí que había observado indicios de criminalidad. La denuncia de manos limpias sostiene que Mariscal se puso en contacto con el comisario de la Brigada de Operaciones de San Sebastián, Manuel Risco, para que advirtiera al extorsionador de ETA de que iba a ser detenido por la policía. Mariscal reconoce haber telefoneado a Risco, aunque sólo para felicitarle por su cumpleaños. Y a pesar de tamaña casualidad, el juez no observa indicios de criminalidad.

Y no sólo eso sino que decide filtrarlo a la prensa media hora antes de que Rajoy preguntara por el caso a Zapatero en la sesión de control. Además, el sindicato Manos Limpias había recusado al juez por considerarle incompetente para juzgar el caso debido a su amistado con Mariscal y Telesforo Rubio, a quien invitó en dos ocasiones a Nueva York a pronunciar sendas conferencias.