Sr. Director:
Hace unos cuantos meses leía que en cumplimiento de lo que fue una promesa electoral del PP, el Ministerio de Industria ha iniciado el procedimiento para revocar el cierre de la central nuclear de Garoña, decretado por el Gobierno socialista en contra del veredicto de los técnicos en seguridad.

Con un déficit de tarifa cercano a los 23.000 millones y con una factura energética muy onerosa, España no se puede permitir el lujo de cerrar una central nuclear que suministra energía a coste muy competitivo y cuya seguridad está probadamente garantizada.

Al menos está es mi opinión, cierto que puede ser desacertada, pero dadas las circunstancias debe ser considerada.

Domingo Martínez Madrid