Se prolonga la agonía de la derecha y se mantiene el sistema: bipartidismo con chantaje nacionalista. Los partidos que defienden los valores no negociables apenas sumaron 35.000 votos. En Europa ganó la derecha pagana del Partido Popular Europeo (PPE). El  divorcio entre políticos y ciudadanía continúa exactamente igual. La UE son 500 millones de personas dirigidas por dos: el presidente de Francia y la canciller de Alemania 

Voté en el colegio electoral Divino Maestro, en el madrileño barrio de Lucero-Batán. Eran las 14,00 horas del domingo 7 de junio. Un matrimonio pongamos 60 años de edad- merodea alrededor de las casi cuarenta candidaturas que se presentaban en la circunscripción electoral española. El esposo le pregunta a la mujer:

-¿Qué voto?

La señora coge una papeleta de la primera columna y afirma:

-Ésta misma.

A la sazón, la papeleta correspondía al Partit Republicà Català PRC, candidatura encabezada por el honorable Josep María Armengol Villanueva. No saquemos conclusiones precipitadas al respecto. Simplemente aludo a que el voto de PRC en el madrileño barrio de Lucero-Batán ha sido un voto meditado.

En España ha votado el 46% del censo, más que en Europa (43%) pero la distancia se va acortando. En época de pensamiento débil, lo que menos importa son las elecciones intelectualmente, ideológicamente, culturalmente, más importantes de todas: las europeas. Pero pueden quedarse tranquilos: la clase política europea no tiene la menor intención de solucionar el divorcio entre el poder y la ciudadanía. Es más, cunde en el continente una cierta satisfacción al ver confirmada una sospecha que las clases poderosas, no se si altas, siempre han albergado en sus pechos acerca de la legitimidad del sistema un hombre, un voto, ya saben, el sistema llamado democracia: consideran dichas clases que la pluralidad es ingobernable y que lo mejor es que sea la elite por concretar, ellos mismos- quienes dirijan el cotarro. No es de extrañar, por tanto, que el Partido Antitaurino contra el maltrato Animal (PACMA) haya obtenido 45.000 votos.

En cualquier caso, el Sistema imperante ha vencido y amenaza con perpetuarse. En el conjunto del UE ha ganado la derecha del Partido Popular Europeo (PPE), antaño democristiana y hoy derecha pagana, de la que forma parte el Partido Popular. Es decir, que la progresía relativista de derechas se ha impuesto a la progresía relativista de izquierdas, es decir, a los socialistas europeos, en la Eurocámara. Pero no apuren: al Ejecutivo de Bruselas seguirá nombrándole, no los eurodiputados elegidos hoy domingo, sino los primeros ministros de los países miembros.

En España el vencedor ha sido el Partido Popular de Mariano Rajoy. Han ganado los valores, asegura el cabeza de lista Jaime Mayor Oreja, el hombre al que la mayoría de sus subordinados en el Europarlamento le propinaron un estruendoso corte de manga al apoyar los derechos reproductivos, es decir, el aborto.

Por tanto, se prolonga la agonía: no habrá Operación Aznar para desalojar a Mariano Rajoy, mientras se reparten los papeles: Mayor Oreja sigue hablando de valores y Rajoy de asuntos tan laicos como la solución del paro. Tampoco la victoria ha sido contundente: se prolonga el sistema de las dos Españas, espoleado por ZP a partir, no del 14, sino del 11 de marzo de 2004. Y ojo al dato: Gallardón se mantuvo en un segundo plano durante las celebraciones del domingo.

En el PSOE, lo de siempre: cunde la desconfianza sobre Zapatero pero no se engañen: mientras haya cargos para repartir el PSOE seguirá en su línea. ZP es un desastre como gestor pero sabe dividir a los españoles en su favor: presagio más aborto, eutanasia, guerra civil, mucha homosexualidad y guerra a la Iglesia. Pero no, no ha sido mucho el desgaste para el desastre de política económica del PSOE.

Nada ha cambiado en estas elecciones europeas en España y no mucho en Europa: 500 millones de personas dirigidas por dos: el presidente de Francia y la canciller alemana.

¿Y la opción regeneradora, la que pasaba por los valores no negociables? Pues poco que decir. Los tres partidos que los  defienden sin ambages han obtenido resultados menos que modestos: el mejor, Alternativa Española, que ha tenido 20.000 votos, el doble que Familia y Vida, por los 6.000 SAIN.

En España, ganó el PP, se prolonga la agonía, todo sigue igual. En Europa, ganó el PPE, se prolonga el bipartidismo progre. Ya somos 27 países y 500 millones pero siguen mandando dos: Merkel y Sarkozy. Pero alégrense: al menos no manda Obama. Y además, ¿a quién le importa?

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com