• El derecho de la madre a matar al hijo que lleva en su seno, y el del hijo a sobrevivir a la matanza.
  • El ministro de Justicia se escuda en el 'progresismo' para defender el poder abortar sólo en unos supuestos.
  • Elena Valenciano disfraza matar a niños en el vientre de sus madres bajo el rimbombante título de "derechos reproductivos de las mujeres".
Parece mentira pero en esta sociedad del aparentemente moderno y desarrollado siglo XXI se sigue debatiendo, como si tal cosa, sobre un supuesto 'derecho' de las mujeres a acabar con la vida de sus hijos en su seno. Ya lo hemos dicho otras veces: dentro de un tiempo, se verá como barbarie lo que los humanos hacíamos en el siglo XX y XXI con los niños no nacidos, al igual que ahora nos escandalizamos con la esclavitud o la pena de muerte.

El Gobierno del PP va a ser quien reforme la ley del aborto en España, después de que el PSOE lo convirtiera, efectivamente, en un derecho al poder hacerlo sin restricciones hasta un arbitrario plazo de tiempo. El PP va a volver a los supuestos, de manera más restrictiva y protectora con el 'nasciturus', dice.

Este miércoles, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón (en la imagen), ha defendido durante la sesión de control al Gobierno la reforma de la Ley del aborto que estudia el Ejecutivo del PP porque "no hay nada más progresista en la vida que defender la vida". Claro, el ministro tiene que escudarse en el 'progresismo' para justificar la barbaridad del aborto, aunque a limitar el aborto bajo unas condiciones le llame "defender la vida".

En el otro lado, en el PSOE, nada nuevo: la número dos del PSOE, Elena Valenciano, disfraza matar a niños en el vientre de sus madres bajo el rimbombante título de "derechos reproductivos de las mujeres". Y anticlericalismo barato: "La Conferencia Episcopal le reclama viejas deudas. Por eso van a hacer una ley restrictiva del aborto".

Gallardón ha subrayado que el aborto es un "conflicto dramático entre los derechos y el proyecto vital de las mujeres y el derecho del no nacido" y ha recordado que el TC ha dicho "hasta en tres ocasiones" que el legislador tiene la obligación de resolver ese conflicto y que hay que buscar la armonización posible y, cuando no se encuentra, establecer cuál de los dos derechos prevalece.

"Ustedes (al PSOE) decidieron en 2010 que en ese dramático conflicto entre dos derechos, uno primara sobre el otro". Es decir, Gallardón entiende que la madre tiene derecho a matar al hijo que lleva en su seno, y que ese derecho colisiona con el del hijo a sobrevivir a la matanza.

Efectivamente, algunas mujeres viven conflictos dramáticos. Solución: que el Gobierno las ayude a no abortar con medios económicos (qué mejores políticas sociales que ayudar a los más débiles, esa madre y ese niño); y si la madre no puede hacerse cargo del hijo, que se ofrezcan cauces para su adopción. Pero matar, nunca.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com