El presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, aprovechó su encuentro en el Foro Nueva Economía para lanzar su órdago contra Pasqual Maragall: Es un error y una injusticia territorializar las inversiones en función del peso del PIB. En su opinión, se deberían de ponderar otros criterios como la orografía del terreno, el coste de las indemnizaciones y la situación socioeconómica. De hecho actualmente, Galicia recibe el 7,5% de las inversiones estatales aunque representa el 5,1% del peso del PIB y el 6,7% del peso poblacional.

Y Touriño considera que debe de seguir en esa línea. Afirma que es necesario seguir manteniendo un nivel de inversiones estatales en torno al 8% para garantizar la convergencia gallega con España y con la UE. Y a juzgar por el buen rollo que manifestó con la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, al término del encuentro, parece que Galicia tiene garantizadas las inversiones. Ambos salieron agarrados del brazo, visiblemente contentos en animada conversación.

Por cierto que Mandatela se muestra especialmente satisfecha con la T4, considera que ha sido un éxito y que el actual ministerio ha aportado hasta un 40% del proyecto actual.

Por otra parte, en cuanto a los fondos comunitarios, Touriño se mostró especialmente satisfecho de que Galicia hubiera logrado cerca de un 80% de los fondos actuales hasta el 2013. Una cantidad que calificó de potente. Con esa garantía, habrá que ver ahora cómo se resucitan los fondos interterritoriales de solidaridad para compensar la futura pérdida. Y aquí viene la segunda puya a Maragall: El nuevo modelo de financiación autonómica se definirá de manera bilateral, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera. O sea, que Touriño apuesta por mayor cotas de financiación y autogobierno, pero se manifiesta como el primer interesado en que los mecanismo de solidaridad del Estado funcionen a pleno rendimiento. Está claro. Dinero es dinero.

A partir de ahí, Galicia es una nación, dentro de la gran nación española. O dicho de otra forma: Nunca hemos querido debilitar nuestros lazos con España sino que España nos hiciera más caso. Más dinero, debemos entender.