El Gobierno plantea una tasa a cambio del alargamiento de la vida útil

El Gobierno sigue discutiendo el mix energético. Parece claro que no habrá nuevas instalaciones, pero también que no va a haber más cierre que el de Garoña. Sencillamente, no nos lo podemos permitir. Así que habrá alargamiento en los ciclos de vida útil. Eso sí, el Gobierno planea imponer una tasa. Argumenta que las licencias de nucleares son como las de una autopista. Si se alarga la explotación, deberá ser a cambio de algo. Con ese algo se podrán seguir pagando las primas a las renovables.

Sin embargo, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, no lo ve así. Considera que las nucleares son equiparables a las siderúrgicas: si cumplen los requisitos técnicos hay que prorrogarlas. Sin más debate. Porque se trata de sacar fondos para seguir manteniendo las primas a las renovables. El problema no se arregla sacando el dinero de un sitio y metiéndolo en otro; el problema se llama 4.000 millones de euros. Y si se impone una tasa, habrá que explicarla muy bien, apunta Galán.

Por cierto que Galán ha señalado que Iberdrola dispone de un sistema de estrés para colocar su déficit tarifario (más de 4.000 millones de euros) en caso de que los mercados se cierren. La alternativa se llama desinversión, un colchón de hasta 2.500 millones de euros.

Otrosí. Un informe de Barclays asegura que el cambio del marco regulatorio podría beneficiar a Iberdrola. El vertido de BP ha despertado la energía verde y la eléctrica vasca es puntera en molinillos. Así que Iberdrola Renovables podría verse claramente beneficiada.