Reconozco que resulta muy difícil abordar cinematográficamente acontecimientos de un pasado reciente, cuando todavía el asunto está candente y los protagonistas de los mismos ocupan primeras planas en los diarios. Pero eso no disculpa que se caricaturice a los personajes y que ello provoque más hilaridad que interés. La productora de El Mundo tenía una historia magnífica en sus manos y la ha destrozado al trasladarla a imágenes.

 

Pero recordemos los hechos reales en los que se basa.

 

Durante la década de los años 80 dos periodistas de Diario 16 llevaron a cabo una exhaustiva investigación sobre la naturaleza del Grupo Antiterrorista de Liberación (GAL), responsable de más 30 atentados contra el entorno de la banda terrorista ETA. Como resultado de estas investigaciones periodísticas, la justicia española pudo demostrar que los atentados fueron organizados y financiados desde el Gobierno español. Por este motivo, en el año 1994 fueron condenados con penas de cárcel 11 funcionarios públicos, incluido el Ministro del Interior de la época.

 

El relato cinematográfico de Courtois narra de forma burda todo lo acontecido en España en esa década. Porque, en su traslación al cine, los personajes que desfilan por la pantalla son huecos, meros monigotes y resultan increíbles. Asimismo, los acontecimientos que se mencionan están tan torpemente contados que no resultan convincentes. Hay una clara falta en la dirección de actores, que hacen lo que les da la gana (la actuación de Jordi Mollá, en el papel de Amedo, es inenarrable). Eso sin mencionar que la relación sentimental entre los dos periodistas está metida con calzador en la trama o que roza lo absurdo el heroísmo desmedido que se otorga, en el relato cinematográfico, al entonces director de Diario 16, Pedro J. Ramírez.

 

Les resumo toda la película con una anécdota. Durante el pase de prensa de la película GAL, una compañera de un medio de comunicación manifestó en voz alta: Esto parece una historia del Tebeo, de Pepe Gotera y Otilio (ya saben: los de chapuzas a domicilio) El comentario, aunque cruel, era certero,

 

Sinceramente, no me intranquiliza que GAL sea una película mal contada, fallida, caricaturesca, lo que me preocupa es que el mismo director vaya a trasladar a imágenes el cruento atentado del 11-M en Madrid.

 

Para: Los que quieran comprobar que el cine español sigue en un nivel de calidad bajísimo