Al final, Contreras logra imponer el 2 por 1 a Roures. El ideólogo y el pancartero buscan un fondo "amigo" para dar el pelotazo : será APAX, el fondo que rige el mentor del polanquismo : Eduardo Díez-Hochleitner. Los clientes están asegurados: tanto RTVE como Canal Plus y Digital Plus harán todo lo posible para comprar productos a la productora audiovisual del Gobierno.

El diario Expansión, another time, habla de que se está ultimando la fusión entre la productora madrileña Globomedia y Mediapro. Algo que no deja de ser interesante dado que Recoletos, que plantea este asunto en portada y como gran exclusiva, es uno de los medios de prensa que con más premura y fruición ataca a los medios independientes de Internet por "copiar" informaciones. Pues bien, la verdad es que las negociaciones para una fusión entre las dos grandes productoras españolas, la madrileña Globomedia y la catalana Mediapro, es una exclusiva de Hispanidad. Si quieren comprobarlo, no tienen más que acceder a nuestra hemeroteca (apartados Otros, margen superior derecha de la pantalla) y consultar las ediciones siguientes:

28 de septiembre de 2004: "La gran operación audioviosual del PSOE: Globomeia ultima su fusión con Mediapro". 29 de septiembre de 2004: "Los favores se pagan: lo productores de cine recibirán subvenciones por 63 millones de euros". 19 de octubre de 2004. La fusión entre Globomedia y Mediapro : "¿Se impondrá Maragall o Zapatero?". 14 de enero de 2005: "Gallardón entregó el primer anuncio del año a Mediapro".

Por cierto, la primera de ellas, publicada hace ya más de seis meses, nos supuso un rotundo y vehemente desmentido de Globomedia por boca de sus portavoces oficiales. De esta forma, se hacía realidad el viejo dicho de los periodistas británicos: "Ninguna noticia puede darse por cierta hasta que es oficialmente desmentida por el número 10 de Downing Street".

Pero a lo que vamos. Expansión afirma que la fusión se ultima, lo cual es cierto... aunque lleva ultimándose más de medio año. Maragall y Zapatero han hablado sobre esta cuestión, porque los dos capitanes de los contrayentes le son muy próximos. Por una parte, está el catalán Jaume Roures, aquel que montó la gran operación anti-Aznar del mundo del cine durante la Gala de los Goya de 2004, durante la precampaña electoral que le dio la victoria a Zapatero. Roures y Mediapro, con permiso de Polanco y de TV-3, es decir, del gobierno catalán, es quien controla los derechos de retrasmisión del fútbol, pieza clave en la lucha por la televisión de pago (ahora menos clave, dado que la gente no está dispuesta a pagar tanto y dado que el monopolio de la TV de pago lo tiene Jesús Polanco). Mediapro, además, aprovechó que Iberdrola cedió ante Polanco para hacerse con Mediapark, la que fuera primera productora audiovisual de España.

Globomedia es un proceso distinto. Para el público en general, es la productora de Emilio Aragón, pero la verdad es que el hombre-show manda menos en la casa que un gitano en un juzgado. Quien manda en Globomedia es José Miguel Contreras, el asesor de imagen de Felipe González y ahora de Rodríguez Zapatero, el íntimo de Miguel Barroso, poderoso secretario de Estado de Comunicación de La Moncloa. Contreras es el hombre que asesora a Zapatero en los debates preelectorales, es quien dibuja el perfil del nuevo director general de RTVE (mujer y académica; resultado, Carmen Cafarell), y el hombre que luego aprovecha para colocarle a la TV pública el programa de debate estrella de la Casa: 59 segundos.

Y no se extrañen de que el invitado estrella de dicho programa sea Pedro J. Ramírez, director de El Mundo : Contreras y Pedro José se entienden a las mil maravillas. Es más, fue Contreras quien le aconsejó a Zapatero la frase que éste más repite respecto al temido periodista: "A Pedro J. hay que matarle a besos".

Por otra parte, Globomedia está especializada en series de TV ideológicamente teledirigidas, a las que en la propia casa gusta denominar "progresistas". Son muy conscientes de que el vehículo de mayor influencia ideológica que existe hoy en día son las teleseries o comedias de situación, el teatro del siglo XXI. El producto del que se encuentran más orgullosos es la exitosa serie Los Serrano, y la ideología que exuda esta serie es palpable par cualquiera que haya presenciado un solo capítulo.

Contreras comenzó por en el Gabinete de Estudios y Comunicación Audiovisual (GECA), encargado de analizar la aparición de políticos en la TV, especialmente en la TV pública. En el sector se decía que el Partido Popular era quien pagaba a GECA pero los resultados de sus estudios, ¡oh maravilla de la sociedad transparente!, siempre acababan en manso del portavoz parlamentario socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, que hacía buen uso de ellos en el Parlamento. Naturalmente, el padrino de GECA es Jesús Polanco.

¿Por qué Rouras y Contreras no se han puesto de acuerdo casi hasta ahora? Pues por la ecuación de canje y por la batuta de mando, naturalmente. Ahora parece que ambos han llegado a una ecuación 2 por 1. Una acción de Mediapro por dos de Globomedia. Algo lógico, si se considera (esto si son cifras que Hispanidad toma prestadas de Expansión, que en infografía y documentación son geniales) que Mediapro obtuvo un beneficio operativo de 47,2 millones de euros, por 6 de Globomedia. Durante mucho tiempo, esa ecuación de canje no fue aceptada por Roures, pero Maragall insistía en que se lograra la fusión y en que la sede de la empresa resultante estuviera en Barcelona (no acertamos a adivinar cómo se les pudo ocurrir tal proposición). Ideológicamente, Roures es más pancartero, mientras Contreras hila mucho más fino. Lo lógico será que Contreras quiera mantenerse en un segundo plano y permita a Roures continuar figurando. Lo que la empresa resultante tarde en caer en mano de Polanco es algo que todavía no se puede ni presagiar.

Pero hay más. Naturalmente, el ansia de poder de Roures y Contreras no les hace descuidar el bolsillo. Así, la operación aludida por Expansión está pendiente de algo que no dice Expansión: la presencia de fondos de inversión, en otra operación tipo CVC: fondos especulativos que compran hoy para vender mañana con la correspondiente plusvalía, "of course" por Roures, Contreras y demás accionistas de la casa. El mejor negocio es el negocio del espectáculo, y a los fondos más especulativos del planeta les encantan este tipo de operaciones, generalmente a través de compras apalancadas y posterior reducción salvaje de gastos (pérdida de empleo) o venta por troceo.

En el caos Mediapro-Globomedia, el fondo elegido es APAX, viejo conocido de la esfera hispana, aspirante a hacerse con AUNA y cuyo director general es, cómo no. Eduardo Díez-Hochleitner, un hombre de PRISA, de ideario PRISA y formas PRISA, al igual que su padre Ricardo Díez-Hochleitner, el de la reforma educativa de Manuel Villar Palasí (1968). Eduardo se ha pasado 11 años en PRISA, antes de incorporarse a un fondo tan progresista, es decir, especulativo, como APAX, y está dispuesto a financiar el pelotazo de Contreras y Mediapro, quienes naturalmente seguirán ligados a la Casa como cerebros de la operación.

En PRISA entró gracias a su padre. No podemos decir (a dos famosos periodistas de investigación españoles ya le costó una sentencia en contra) que el paso por el Ministerio de Educación Franquista de Ricardo Díez Hochleitner revirtiera en favor del Grupo Santillana de Jesús Polanco y su dominio del sector de los libros de texto y el material educativo. Simplemente podemos decir que el hecho de que Ricardo Díez Hochleitner fuera subsecretario del Ministerio de Educación coincide en el tiempo, sólo eso, con el despegue del grupo editorial Santillana, hasta entonces una editorial de segunda división y desde entonces el grupo editorial y multimedia más importante de todo el mundo hispano. Y naturalmente, sólo a título de coincidencia temporal exponemos que el hecho de que Ricardo Díez Hochleitner terminara como vicepresidente de la Fundación Santillana tras su paso por la Administración Pública es otra mera coincidencia temporal de la que no se deben extraer conclusiones precipitadas. 

Ideario de APAX y de los Díez-Hochleitner. Pues el del Club de Roma, que Ricardo presidió justo en el momento en que se produce el famosos Informe sobre la Población, financiado pro la Fundación Volkswagen, y que marca el comienzo del llamado imperialismo demográfico, a pesar de que sus tesis maltusianas (los alimentos crecen en progresión aritmética, mientras la población de la tierra lo hace en progresión geométrica) no sean aceptados en ningún centro académico.

Al final, el zapaterismo ya cuenta con su Hollywood particular. Vigilado por Polanco, naturalmente.