La ley antitabaco del Gobierno Zapatero afecta muy directamente a los hoteles de lujo, que no pueden permitirse picardías para cumplir tan absurda norma, como hacen los pequeños bares y cafeterías. Así, los hoteles de lujo madrileño están coincidiendo en convertir alguno de sus lujosos salones en un fumadero, con las ventanas bien abiertas. Suelen estar atestados y, además, tiene su encanto echarse un pitillito en un sillón Luis XV, por ejemplo.

En el madrileño Hotel Palace, donde se aloja la inmensa mayoría de los diputados de provincias, el salón dedicado al fumeteo libe es el Wellington. Es lugar de cita obligado para Sus Señorías, los mismos que aprobaron la puritana ley anti-vicio de la vegetariana Salgado.