Sr. Director:

Ernesto Guevara fue un asesino serial, con miles y miles de víctimas en pos de una trágica "utopía". De romántico e idealista, nada. Furibundamente antihumano y anticatólico, no es un personaje para quedar más que en las listas de la cultura de la muerte. Fue a matar, creyendo que iba a sublevar al campesinado boliviano, pero nada de eso sucedió. Manchó su vida y su conciencia, si es que le quedaba algo de ella, con la sangre de miles de inocentes. Es la antítesis del martirologio católico.

Nuestros mártires están escritos en el libro de la vida. El nombre de él pasará con mayor pena que gloria al olvido, como pasó el de los perseguidores. Pregunten quién fue Domiciano o Septimio Severo y casi nadie sabrá responder. Pero pregunten quién fue San Lorenzo, santas Perpetua y Felicitas, san Maximiliano Kolbe, el cardenal Stepinac, Midszenty y millones más, y ahí estamos nosotros para responder y está el Señor para garantizar la respuesta.

Antonio Ostojic

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