Para no romper el Partido Socialista Francés, el nuevo primer ministro, Manuel Valls (en la imagen), cede ante el aparato de su partido. Para reducir el déficit público francés no reducirá las pensiones ni los salarios de los funcionarios sino que aumentará el impuesto de sociedades. Al menos, esa es la última noticia.

Pues mal antes y mal ahora, señor Valls. En principio queda bien no reducir las pensiones ni los salarios a los funcionarios y cargar con más impuestos a las empresas pero sigue siendo más de lo mismo: mantener a toda costa un Estado del Bienestar imposible.

La ecuación sigue siendo la mima. Si quieres reducir el déficit y la deuda pública lo que tienes que hacer es reducir el tamaño del Estado, no elevar impuestos. Como recuerda Manuel Pizarro, el dinero donde mejor está es en el bolsillo de quien lo ha ganado. Además, si quiere rentabilizarlo tendrá que arriesgarse a invertir en los mercados –ahí sí que debería gravarse, porque no hace otra cosa que aumentar la burbuja especulativa- o montar una empresa. Pero, en cualquier caso, el individuo administra mejor su dinero propio que el Estado el dinero ajeno.

Es verdad que el Estado no puede gastar más de lo ingresa pero también lo es que nos sobra Estado y nos sobran impuestos.

Tampoco se trata de reducir el salario de los funcionarios, sino de reducir el número de funcionarios y de que los funcionarios trabajen más. Y no se trata de reducir salarios sino de reducir los impuestos laborales que dificultan la contratación. Es distinto, ¿verdad

Respecto a la pensiones, no se trata de reducirlas sino de aumentar el tiempo de trabajo y acabar con las jubilaciones anticipadas, verdadero cáncer de Europa. Ojo, y promocionar la natalidad, porque si hemos llegado donde hemos llegado, a la incapacidad para mantener a las clases pasivas, es porque vivimos en un sociedad envejecida. O tenemos niños o la Seguridad Social se irá al garete en toda Europa. Que el mayor problema económico de Occidente sigue siendo un problema demográfico. Y el principal problema social en Europa es el Estado servil: a más impuestos menos libertad individual y menor igualdad de oportunidades.

Eulogio López

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