Mucho se habla sobre la reorganización del sector público. Estaba previsto para el pasado viernes, pero se ha atrasado para el 30 de abril. ¿Por qué? La excusa es que Salgado no estará presente hasta entonces. La realidad sin embargo es que el asunto despierta enormes recelos. De momento, De la Vega ya advierte que los altos cargos son sólo 343 y que no hay demasiado margen para el recorte. El Gobierno también ha colocado líneas rojas en la eliminación, supresión o fusión de ministerios. No se hará a pesar de las múltiples mociones del Gobierno. Por supuesto, todo el mundo se agarra a la silla, defendiendo sus puestos. Y todos los ministros tratan de salvar sus estructuras. Argumentan que es el chocolate del loro, que no tendría impacto presupuestario, etc. En cuanto a la reforma del sector público empresarial, habrá que esperar.
Pero Blanco ya anuncia donde meterá la tijera. Y cuando Blanco anuncia una tijera, termina cortando. Que se lo pregunten a los controladores. Ahora el ojo lo pone en dos ingenierías del Ministerio que cobran un 20% por encima de mercado. Y esto no es el chocolate del loro; no son dos duros. Vayan preparándose. Sobre lo demás, hay que esperar, porque todavía quedan muchas semanas.
