• Y la operación confirma a Marcelino Fernández Verdes como primer ejecutivo del Grupo ACS.
  • Es que por fin, Florentino ha cedido a las peticiones de los March, que llevan años insistiendo en que nombre un Ceo.
  • Con la operación, se aprovecharían muchas sinergias y daría a ACS más peso internacional, pero no deja de ser un maquillaje contable.
  •  "La integración completa a tres bandas es un movimiento estratégico muy inteligente", asegura Manuel Romera, de IE Business School.
  •  Hochtief dejaría de existir como grupo, algo que temían los alemanes desde la OPA lanzada por ACS en 2011.

La fusión de la filial alemana de ACS, Hochtief, con la australiana Leighton es un lavado de cara, un ejercicio de ingeniería contable. La operación, anunciada el 10 de marzo y consistente en una OPA sobre Leighton para controlar el 58,77%, no  mejora, en realidad, ni la situación de la alemana y ni de ACS -teniendo en cuenta el mal momento que atraviesan ambas por el problema de la deuda-. Es posible que sí la de Leighton, al menos lo suficiente para integrarla en la alemana.

Tras la fusión Hochtief-Leighton, los planes de ACS pueden dar un paso al frente con otra fusión, pero a tres bandas, incorporando a Dragados, filial española de ACS. Es algo que ya anunció en diciembre Florentino Pérez (en la imagen), aunque el resultado sería más de lo mismo: más lavado de cara, más ingeniería contable. La prensa alemana, en concreto, el 'Wirtschafts Woche', se hace eco de esta posibilidad, ya adelantada por Hispanidad, que bautiza como un 'menage á trois'.

En cerebro de la operación sería, una vez más, el consejero delegado de Hochtief, Marcelino Fernández Verdes, un hombre clave que se ha consolidado como primer ejecutivo de la entidad, presunto sucesor de Pérez y que lo ha hecho bien. Nada más hacerse cargo de la alemana, se puso manos a la obra para poner orden en Leighton, haciendo y deshaciendo a su antojo, sin que los australianos pudieran frenarlo. El destino de Fernández Verdes podría no detenerse ahí y llegar a ser el sucesor del propio Florentino, aunque el relevo será efectivo, como ocurre siempre en estas cosas, cuando lo decida el propio Florentino. Los March llevan años insistiendo en que nombre un Ceo.

El 'Wirtschafts Woche' se remonta en su información, para defender la tesis de una fusión a tres bandas, a la respuesta que dio Fernández, tras una rueda de prensa el 27 de febrero en Essen (Alemania), cuando le preguntaron por su deseo de volver a la matriz ACS en Madrid: "¿Quién sabe lo que depara el futuro", contestó. Dos semanas después saltó la noticia de su nombramiento como consejero delegado y los cambios que ejecutó en el consejo de administración: los echó a todos y los sustituyó por dos directivos españoles. Cintura no le sobra.

Fernández Verdes gobierna desde entonces dos grandes empresas situadas en polos geográficamente opuestos: Essen (en Alemania) y la costa este australiana. A juicio de ejecutivo español, "una locura", pero esa locura, sin embargo, está muy planificada. Todo apuntaría, según la misma información, a que "ACS fusione con Hochtief y Leighton con su filial Dragados en Madrid". Y al final de este proceso, "Hochtief ya no existirá como grupo", algo que los alemanes temían desde la OPA lanzada por la española en 2011.

'Wirtschafts Woche' añade dos valoraciones a esa posibilidad. La de Dieter Mittelmann, ex ejecutivo en España del ya liquidado grupo Philip Holzmann, que explica que "esta fusión aprovecharía muchas sinergias y daría a ACS fuerza para posicionarse a nivel internacional", y la de Manuel Romera, director financiero en el IE Business School, en Madrid, al que le parece casi un paso automático. "La integración completa de Hochtief con Leighton y Dragados es un movimiento estratégico muy inteligente. Hochtief tiene un patrimonio neto de 400 millones de euros y podía aumentar su beneficio y facturación en 2013. ACS por el contrario tiene miles de millones de deuda y Dragados ha perdido mucho su facturación desde 2011".

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com