Las políticas antitabaco están diezmando a la compañía franco-española, mientras Logista no logra cubrir el hueco. El empeño de Antonio Vázquez en no diversificar condiciona el futuro

Con el antitabaquismo convertido en lo políticamente correcto y la fiscalidad creciente, a Altadis sólo le quedaba el remedio de diversificar el negocio o expandirse internacionalmente cuando países no libres de humo. Lo segundo se ha hecho, pero el ritmo no es suficiente. Lo primero no ha funcionado: el presidente de Altadis, Antonio Vázquez, no era un partidario entusiasta de la diversificación pero, en cualquier caso, Logista, la distribuidora, no puede cubrir el hueco de ventas que ha dejado el tabaco.

Y ojo porque la fiscalidad del tabaco en España todavía es baja comparada con otros países, como el Reino Unido. Es decir, que puede subir.

Así, los resultados (ver última página) de la tabaquera franco española durante 2006 han sido flojos. Los ingresos han caído un 1,7%, el EBITDA un 6,8 y el beneficio neto un 21,5%, respecto a 2005.

Por otra parte, la compañía confía en una nueva reducción de costes de explotación, a pesar de que le verdadero reto está en los ingresos. Logista no crece según lo esperado, el negocio de cigarros es bueno, pero limitado, y el gran problema, el cigarrillo, parece haberse convertido en un producto tercermundista… y socialmente reprobable.