No por excesiva, sino porque estiman que el PIB no va a crecer de manera robusta

Durante la semana pasada, las agencias de calificación financiera Fitch y Moody's han estado estudiando una rebaja de la calificación del Reino de España. La razón es sencilla: por una parte, España está incrementando peligrosamente su endeudamiento. Y el Frob no ha hecho más que empezar. Salgado afirma que el nuevo modelo de financiación autonómica no incrementa la deuda porque lo único que hace es cambiar deuda autonómica por estatal. Falso. A Tomás Gómez le ha faltado tiempo para anunciar un paquete de gastos a realizar con el dinero extra de la financiación. En resumen: lo que todos sabíamos: se consolida un déficit estructural de 11.000 millones de euros. Y subiendo.

Pero las agencias no están revisando su deuda por eso, sino por las dificultades que tendrá España para incrementar su PIB. Puesto que la riqueza española estaba basada en el ladrillo y parece difícil que sea el ladrillo quien empuje la recuperación, Fitch y Moody's consideran que la base para soportar una deuda creciente, es cada vez más pequeña sin visos de crecer. ¡Rebaja al canto!

Desde el ministerio de Economía se observa con preocupación esta posible rebaja que podría elevar el coste de nuestra deuda por encima de los 70 puntos actuales de diferencial con el bono alemán. Y ante un escenario de incremento de deuda, que los costes financieros se incrementen es la puntilla para el maltrecho presupuesto público. Permanezcan atentos a las pantallas.