• Las agencias de calificación están obsesionadas con que la necesaria concentración de las telecos para 'consolidar el sector'. Buscan un oligopolio de pocos grandes.
  • En Estados Unidos, tres grandes grupos dominan el sector, mientras en Europa el mercado se lo reparten casi 200: y esto no les gusta.
  • La británica Vodafone da un paso en esa dirección, pero no será el último. El futuro pinta con el trazo grueso de pinceles convulsos.

La agencia de calificación crediticia Fitch ha abierto la puerta a mejorar el  rating de Cableuropa, matriz de ONO (actualmente en 'B'), tras el acuerdo de venta a la británica Vodafone. Detrás, como siempre, está el viejo anhelo del capitalismo financiero que, en un aparente contrasentido, defiende que la consolidación del sector europeo de las telecomunicaciones pasa por concentrar el negocio en pocos y grandes grupos, y no en muchos, como sucede en la actualidad. En plata: un oligopolio de pocas grandes multinacionales. No les gusta lo pequeño.

La razón dada por Fitch no da lugar a equívocos en este sentido: "La vigilancia del rating reconoce el potencial para Cableuropa de pasar a formar parte de una matriz materialmente más fuerte y con mejor calificación y que probablemente se beneficie de una mayor flexibilidad financiera, así como de las sinergias en costes operativos". Verde y con asas. Otra cosa bien distinta es la repercusión que la compra pueda tener para Vodafone, o sea, el peligroso endeudamiento que implica. Por ese motivo, la agencia, en una de cal y otra de arena, sitúa en vigilancia negativa la nota de la británica, actualmente en 'A-'.

La cuestión que 'gusta' en cualquier caso es el de la concentración. El capitalismo financiero impone esa regla para mayores dividendos. Basta recordar, a este respecto, que en Estados Unidos, que sirve a ese teórico modelo, tres grandes corporaciones se reparten el mercado: AT&T, líder mundial, Verizon y Sprint. En Europa, sin embargo, hay 170, no todas del mismo tamaño y entre las que destacan, por ejemplo, Telefónica, Deustsche Telecom, France Télécom o Telecom Italia.

La compra de la operadora por cable ONO es un paso más para la consolidación del sector, aunque minúsculo. A ése podrían seguir otros muchos. Lo intentó en su día AT&T con Telefónica, desde mismo modo que Teléfonica lo intentó también con Telecom Italia, pero el Gobierno italiano le cambió el ritmo. Tiempo al tiempo.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com