• Grupos yihadistas violentos, como los Bangsamoro Islamic Freedom Fighters, han proclamado su apoyo a los terroristas que actúan en Irak, según cuenta el misionero Sebastiano D'Ambra.
  • El fenómeno es preocupante "porque la ideología islámica fundamentalista genera descontento social y económico de la población local, y la pobreza es un terreno fértil para la afiliación de los jóvenes", añade.
  • "Cada nuevo militante es recompensado con una gran cantidad de dinero que viene del extranjero", asegura el padre D 'Ambra.
  • En Filipinas, más del 90 % de la población es cristiana y el 80% pertenece a la Iglesia católica, gracias a su pasado español. 
En Irak y Siria los yihadistas del Estado Islámico siguen ampliando sus 'conquistas' en el territorio en el que han declarado un califato, regido por la ley islámica, y donde se dedican a matar a quienes no creen o piensan como ellos y a violar y esclavizar sexualmente a mujeres de esos territorios. Por eso, los cristianos de Irak y Siria huyen de allí.

El problema es que el Estado Islámico siga extendiéndose por el mundo. Y la agencia Fides ha dado a conocer una noticia preocupante. La ideología y la propuesta violenta del Estado Islámico ha llegado al sur de Filipinas y está haciendo prosélitos, gracias a fuertes financiaciones extranjeras: lo confirma a la Agencia Fides el padre Sebastiano D'Ambra, que ha contado la delicada situación en la isla de Mindanao, donde vive una parte de la población filipina con unos seis millones de musulmanes.

En la zona de Zamboanga, en particular, explica el padre D'Ambra, "todavía son evidentes las heridas del grave ataque de los rebeldes del Moro Islamic Liberation Front (MILF) , que tuvo lugar en septiembre de 2013; muchas familias siguen desplazadas y la atmósfera interreligiosa se ha visto afectada".

En ese contexto, "algunos grupos violentos y terroristas siguen oponiéndose a cualquier sugerencia de paz y a hacer propaganda violenta: grupos como los Bangsamoro Islamic Freedom Fighters han proclamado su apoyo al Estado Islámico que actúa en Irak", dice. El fenómeno es preocupante "porque la ideología islámica fundamentalista genera descontento social y económico de la población local, y la pobreza es un terreno fértil para la afiliación de los jóvenes: cada nuevo militante es recompensado con una gran cantidad de dinero que viene del extranjero", dice el padre D 'Ambra.

Recordemos también que en Filipinas, más del 90 % de la población es cristiana: y el 80% pertenece a la Iglesia católica, gracias a su pasado español.

Mientras tanto, el Gobierno filpino ha presentado un proyecto de acuerdo de paz que se está examinando en el Parlamento: "Es un esfuerzo que debe ser alentado, pero el acuerdo presenta problemas críticos, tales como el hecho de estar limitado al Moro Islamic Liberation Front (MILF) y no incluir todas las formaciones musulmanas del sur", dice el misionero.

La buena noticia es que continúa realizando su misión el Centro para el diálogo islámico-cristiano 'Silsilah' (cadena), fundado por iniciativa del p. D'Ambra. Además de los programas de formación y sensibilización en escuelas, universidades, con líderes religiosos, a 30 años de su fundación, en 1984, el movimiento tiene la intención de reforzar su presencia en los medios de comunicación y empezar una radio que "sea la voz del diálogo y promueva los valores de la armonía, la amistad, el respeto, la colaboración entre cristianos y musulmanes" termina diciendo el p. D'Ambra.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com