El presidente del BBVA razona así ante le anuncio de Zapatero de que estudiará el traspaso al Gobierno vasco de las facultades inspectoras del Banco de España. El posible traslado de la sede constituye otro motivo de enfrentamiento entre FG y su consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri.

Ya lo hizo en su día, acosado por la constructora Sacyr y cuando el Gobierno Zapatero apenas ocultaba sus ganas de que dimitiera de la Presidencia del BBVA. Para FG, y para otros muchos en la City, el gran error del Gobierno Zapatero es que se les han visto demasiado las ganas de cambiar todas las presidencias empresariales nombradas por el anterior vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato. Así que está dispuesto a plantar batalla en todos los cambios. Simplemente, nada tiene que perder.

Ahora el asunto del traslado de la sede del BBVA de Bilbao a Madrid se ha planteado tras una información del diario Expansión del pasado viernes. En ella se hablaba de que el Gobierno podría ceder las facultadas de supervisión del Banco de España al Gobierno vasco. Es esta una reclamación un tanto peregrina, pero constante, de los nacionalistas vascos, una especie de Guadiana recurrente, siempre unida a otra petición: la de contar con un banco público propio.

Ni Felipe González ni José María Aznar hicieron mucho caso de esa petición, entre otras cosas porque la tendencia es la opuesta: a unificar en el Banco Central Europeo, no sólo al política monetaria, sino también las facultades inspectoras de bancos y cajas, o al menos a coordinar ambas.

En el caso vasco, la cesión de las facultades de supervisón tiene una especial entidad, por cuanto Euskadi es la sede de algunas entidades financieras de enjundia y, especialmente, del BBVA. Además, Rodrigo Rato, Ramón Bustamante, familiar de Rato y consejero delegado de Argentaria, así como Francisco González, siempre vendieron la fusión entre la antigua banca pública y el BBV como la españolización del Banco Bilbao Vizcaya, en frase que daría mucho juego.

Así que, cuado FG se enteró de la noticia de Expansión, resucita su vieja idea de trasladar la sede a Madrid. Para entendernos, operativamente la central del BBVA ya es Madrid. Fiscalmente, el impacto no es tan grande como parece, dado que sólo afecta a impuestos locales y a la cuarta parte de ingresos que el BBVA obtiene en Euskadi, que para un banco internacional representa una parte mínima de su balance. Sin embargo, la conmoción que ocasionaría en Vasconia que la sede del BBVA se trasladara a Madrid (ni tan siquiera el SCH ha hecho tal cosa: su sede oficial continúa siendo Santander) es algo temido entre el nacionalismo moderado y entre los socialista, vamos una verdadera conmoción política. En este sentido, una decisión de este tipo molestaría al PNV, pero aún más al PSOE y al Gobierno Zapatero.

Además, el aviso de FG, si es que es algo más que un cabreo pasajero, servirá par marcar más diferencias entre el presidente González y su consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, a quien FG persigue porque no le perdona lo que considera una actitud tibia en el caso Sacyr. A Goirigolzarri, natural de Bilbao y perteneciente a una familia de nacionalistas moderados no le hace ninguna gracia el traslado y lo considera un gran error .Además, consejeros como el presidente de la patronal vasca Confebask, Román Knörr Borrás o la catedrática Susana Rodríguez Vidarte apoyan Goirigolzarri. En plena batalla contra la BNL, FG no está para bromas, pero el caso italiano se sustanciará en poco tiempo.