Hay que reconocer que Francisco González sabe moverse El presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) no ha rechazado los servicios del lobby económico más importante que existe en España desde que el PSOE recuperara el poder: el que dirige en ex ministro de Economía de Felipe González, Carlos Solchaga, y donde trabajan el también ex ministro Claudio Aranzadi y el ex consejero de la Junta de Andalucía, y también ex consejero del BBVA, José Aureliano Recio, personaje bien visto en el PSOE andaluz, la circunscripción más importante del partido.

Solchaga trabajaba ya para Telefónica, Repsol, etc., pero con la llegada de Zapatero a La moncloa ha ampliado mucho el negocio. Nunca pensó en poder trabajar para FG, considerado del banquero de Rodrigo Rato y del Partido Popular, que le nombró presidente de Argentaria sin ninguna experiencia bancaria algunos sospechan que continúa sin tenerla- y le guardó las espaldas en su operación para expulsar a Emilio Ybarra y Pedro Luis Uriarte, y españolizar el BBVA, especialmente con la entrada de Sacyr Vallehermoso en el accionariado del BBVA, que FG atribuye a Miguel Sebastián, asesor económico de Zapatero, el presidente del BBVA creyó necesario contar con asesores cercanos al partido y con asesores cercanos al otro poder: el poder económico catalán.

Y así ha sido : fichó a Solchaga y fichó a Miquel Roca, el que pretende hacer sombra a Solchaga desde Barcelona, al menos con las empresas catalanas.

Y, pura casualidad, en la campaña para colocar a Alfredo Pastor como gobernador del Banco de España, de la que informara Hispanidad en su edición del pasado miércoles 11, beneficia a FG y cuenta con dos valedores. Solchaga en Madrid y Roca en Barcelona.

Ahora que ha logrado un acuerdo con el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, FG teme más que nada la posible llegada al caserón de Cibeles de un personaje que no le genera mucha simpatía. Al fin de cuentas, dirige el banco con un Consejo que en su conjunto, -si quitamos la participación de Telefónica, ni tan siquiera alcanza el 0,5 del capital. Cualquier otro Sacyr estaría deseando tomar el control del segundo banco español, por lo demás extraordinariamente rentable.

Pero con Solchaga y Roca, a lo mejor las cosas cambian, y FG se reconvierte en socialdemócrata.