No sólo los bancos se van a ver afectados por las nuevas normas de contabilidad NIC que entran en vigor el 1 de enero. También las constructoras, y especialmente las concesionarias de autopistas. Para aquellas que coticen en bolsa y formen parte de grupos consolidados, el efecto se empezará a notar a partir de 2005 (el resto podrá adaptarse en dos años). Entre las compañías españolas, la mayor concesionaria es Ferrovial (CINTRA) dado que el líder del sector, Abertis (Caixa y ACS) tiene concesiones muy antiguas. En definitiva, la más afectada será Ferrovial, seguida de Sacyr Vallehermoso. El efecto es neutro a lo largo del tiempo, pero no al comienzo. En pocas palabras: se contabiliza la deuda financiera asumida, sin periodificación a lo largo de la vida de la concesión. Al mismo tiempo, las nuevas normas contables imponen una dotación lineal a los fondos de reversión. En pocas palabras, otro impacto negativo. Negativo a corto plazo, se entiende: el efecto inmediato será una reducción brusca de los beneficios de la concesionaria compensada con un proporcional aumento del excedente a lo largo de los años.