• "Fue bonito mientras duró", asegura el líder extremeño respecto a los socialistas catalanes.
  • "El partido socialista, sin el PSC tiene un problema, sin la E de España tiene un problemón".
  • Rubalcaba ha amenazado con llamarle al orden por sus declaraciones.
  • El número uno del PSOE distingue en su discurso entre Cataluña y España, lo que le deja a merced de otros barones menos ambiguos, como Guillermo Fernández Vara.
  • El secretario general de los socialistas necesita a los extremeños y a los andaluces, pero sin los votos catalanes no puede gobernar.
  • En su discurso se ha limitado a nadar y guardar la ropa al hablar de la intención del PSC de romper la disciplina de voto respecto a la iniciativa planteada por Izquierda Plural sobre la Consulta soberanista.

El PSOE está a punto de romperse. Este martes en el desayuno informativo de Europa Press, dedicado a Alfredo Pérez Rubalcaba, Guillermo Fernández Vara (en la imagen), el barón socialista extremeño, le ha robado todo el protagonismo con esta frase lapidaria sobre la alianza PSOE-PSC: "Fue bonito mientras duró", antes de sentarse a escuchar lo que tenía que decir su jefe.

Fernández Vara se refería al anuncio del PSC de apoyar la iniciativa de Izquierda Plural para pedir en el Congreso un diálogo al Ejecutivo para poder celebrar una consulta soberanista en Cataluña. Rubalcaba, más torero que nunca, ha adornado con indescriptibles filigranas la  situación que se le plantea al PSOE respecto a su díscolo socio catalán: "ambos somos socialistas, y justamente porque somos socialistas no somos nacionalistas. Ni ellos ni nosotros estamos a favor de la independencia de Cataluña".

Ha defendido, incluso, la postura del PSC, porque la propuesta que se iba a plantear esa misma tarde no es la propuesta soberanista que se planteó en el Parlament: "coherente es, aunque no esté de acuerdo". Además, ha acusado a CIU y a Izquierda Plural por plantear una propuesta en Madrid distinta a "la independentista planteada en Cataluña" para desestabilizar la alianza entre PSOE y PSC.

La voluntad de Rubalcaba es "mantener los vínculos de unión entre el PSC y el PSOE"; para él, la alianza no sólo es bonita, sino que puede seguir durando, aunque haya que replantearse algunos temas y "revisar las reglas del juego" que rigen las relaciones entre ambos partidos. El PSOE, ha dicho, consultaba hasta ahora al PSC en los asuntos relativos a Cataluña, y el PSC no ha consultado en este caso en un tema que atañe a España. Rubalcaba distingue ya entre Cataluña y España, lo que le deja a merced de las ambiciones de los barones del PP con un discurso menos ambiguo que el suyo, Fernández Vara sin ir más lejos.

De hecho, al ser preguntado por las declaraciones del líder extremeño, ha dicho que "ahora hablaré con él", en un tono que parecía una posible llamada al orden. Guillermo Fernández Vara no ha tenido ningún inconveniente en reafirmarse en sus declaraciones previas: "Fue bonito mientras duró", ha repetido, y afirma que habla con Rubalcaba constantemente.

EL PSOE sin el PSC, afirma el rival de Monago, tiene un problema, pero "sin la E de España tiene un problemón". También ha lamentado que Pere Navarro solicitara la abdicación del Rey sin que lo supiera el PSOE. Rubalcaba, equidistante, ha dicho durante su intervención que llamó por teléfono a Pere Navarro, pero se ha negado a explicar el contenido de la conversación.

Emiliano García-Page, quien en privado considera que la actitud del PSC es un signo de debilidad, ha dicho que "una votación como esta traerá consecuencias" y aunque se hable mucho del derecho a decidir, los socialistas también tienen derecho a hacerlo con una unidad de voto. Ha resaltado que la alianza entre PSC y PSOE es uno de los vínculos que mantienen unida a España y a Cataluña.

Tomás Gómez se ha mostrado muy claro. Para él la decisión del PSC de apoyar las resoluciones de CiU e ICV en contra de la opinión del PSOE es "un fracaso" después de 35 años en los que no ha habido ninguna ruptura en la disciplina de voto.

Rubalcaba lo tiene difícil para templar gaitas en una situación tan difícil. Sigue apelando al federalismo asimétrico y a la reforma constitucional para contentar a los que quieren diferenciarse -en este caso Cataluña- y también a los que abogan por una recentralización del Estado.

Necesita a los extremeños, a los andaluces y a los catalanes para ganar las elecciones, pero los primeros se sienten españoles y su electorado no está dispuesto a votar a un partido que respalda el independentismo. Un dato importante: Rubalcaba se ha negado a hablar este martes sobre Carme Chacón y sus intenciones. Tal vez el peligro para el viejo zorro no sea ella y esté más al sur.

Sara Olivo
sara@hispanidad.clom