Sr. Director:

A raíz de la votación de las enmiendas a la totalidad, del proyecto de ley para modificar el Código Civil con el fin de reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo (presentadas por el Partido Popular y Unió Democrática de Cataluña), en el Pleno del Congreso de los Diputados, el Partido Familia y Vida desea hacer saber:

-Existe en el ámbito jurídico una institución que recoge las características del acto fundacional de una familia: el matrimonio. Efectivamente, el matrimonio es un contrato acordado en un acto libre, público e inscribible. El matrimonio es la unión legal entre un hombre y una mujer.       

-Entre los argumentos utilizados por los partidarios, de la regulación como matrimonio de una unión homosexual, se suelen emplear dos argumentos principalmente:

1.- Para ellos se trata de un ejercicio del derecho a la autonomía personal. Bien, pues esto es un error. Su regulación afecta a una institución básica como es la familia y a los derechos de los eventuales hijos adoptivos. La familia está vinculada a la transmisión de la vida, y dos personas del mismo sexo pueden hacer muchas cosas juntos, pero tener hijos les aseguro que no. Además, aún en el caso de que se aceptara el supuesto de un derecho de autonomía personal, ¿quién podría, en ese caso, negar otros supuestos de convivencia equiparados al matrimonio?

El matrimonio -es en su origen y en tanto que institución- la unión de un hombre y una mujer. Esta definición no obedece al azar. La dualidad de sexos caracteriza nuestra existencia y constituye la condición de la procreación y, en consecuencia, de la continuación de la humanidad. El género humano no se divide entre heterosexuales y homosexuales (pensemos que sí éste fuese el caso cabría hablar de preferencia), se divide entre hombres y mujeres.

2.- Otro argumento está basado en la justificación de que se terminaría con una discriminación. Aquí aciertan, efectivamente se terminaría con una discriminación. Lo que ocurre es que en el Derecho hay muchas discriminaciones justas y ésta es una de ellas. El principio de igualdad de derechos no tiene por qué suprimir todas las diferencias. El legislador, sin dejar de prestar atención a los deseos y aspiraciones de los individuos, debe perseguir el interés de la sociedad en su conjunto. Y, objetivamente, al Estado le interesa favorecer a la familia como institución.

De hecho, la creación de las instituciones obedece a la necesidad de cimentar y reforzar las sociedades humanas. Así, es posible defender una institución, combatirla e incluso se la puede reformar. En cualquier caso, no será procedente negar su sentido y significado. Con ello queremos decir que, por hacer pueden hacer lo que quieran, y así lo tienen pensado. Legislar el matrimonio homosexual, es posible; sin ir más lejos, aquí en nuestro país no tardará en ser una realidad. Pero, legislar de espaldas a la naturaleza humana tiene unas consecuencias y hay que pagarlas; éstas también llegarán.

-Apenas comentario merecen los argumentos utilizados por los partidos políticos defensores de la enmienda a la totalidad. El Partido Popular demostró, una vez más, que ellos no están en contra del matrimonio homosexual, están en contra de su regulación actual y de la oportunidad de la misma. Su discurso se basó en no ser una opción adecuada, minoritaria, de espaldas a la Constitución, y sin consenso político y social. Esto quiere decir que si fueran otras las circunstancias, su discurso sería otro : algunos de sus integrantes lo están deseando. Unió da vía libre a su corazón por un día y se permite votar distinto a su socio y valedor Convergencia, con ello se justifica y además tiene la absoluta seguridad de que su postura, en la que ellos mismos no creen, no prosperará. Ambas formaciones políticas lo que consideran es que sería suficiente una regulación jurídica-civil para estas parejas de hecho. O sea, que si se regulan, dejan de ser parejas de hecho y se convierten en matrimonios con derechos pero sin deberes. Estos son de los que tiran la piedra y esconden la mano.

Qué pena no estar allí (no tener voz en el Parlamento), el pasado jueves 17 de este mes, para decir lo dicho y mucho más. 

Partido Familia y Vida

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