Sr. Director:   

Leo diariamente  su periódico, y estoy muy satisfecha de mi suscripción; acabo de releer su editorial del día 11 y no puedo ver más que lo que vi al leerlo: un análisis de la situación, dentro del dolor de aquellos momentos, y un análisis inteligente.   

El día 12, dentro de ese clima de dolor, que persiste, claro, y de solidaridad con todas las víctimas, y el deseo de que todos sepamos ser vínculos de paz y de unión entre todos, sentí otro dolor acompañado de estupor, al leer algunas cartas dirigidas a Hispanidad y a su director por lo expresado en su artículo. Hoy, leyendo artículos de varios medios europeos (que apuntan como casi segura, la autoría de grupos islámicos terroristas) me alegro más de leer cada día Hispanidad quien, sin crispación ninguna, que sí se notaba en varias de las cartas a que me refiero, nos informaba objetivamente, sobre todas las posibilidades. Seguro que los que vertieron aquellos desagradables insultos -que confieso que me sorprendieron hiriéndome también a mí- les pedirán disculpas. Hoy acaba de darle la razón, no el señor Acebes todavía, pero sí un comunicado de la C.N.I. 

Sea Al Qaeda, sea ETA el responsable, o sean los dos, para un periodista es loable que estuviera investigando honestamente la respuesta. Preocupa ver la crispación y falta de objetividad de algunos. Cuando hechos como el que vivimos nos hacen sentir la responsabilidad de estar todos unidos, olvidando diferencias en lo opinable, preocupa asistir a casos de empecinamiento. Recuerdo, hace años, una portada de Paris Match, en que el General de Gaulle y ¿Miterrand? se estrechaban la mano frente al Palacio del Elíseo, por el cambio de Gobierno, (entrante uno y saliente el otro). Y comentábamos con unos amigos, que veíamos imposible en España esa escena, que aquí, acabaría a tiros y sangre (estábamos en plena dictadura). Hemos visto que no es así. Que una democracia, aun con sus fallos, era posible. Deseemos que sea verdad. Gracias por su coherencia.

Mary Ramírez de Rossy 

maryrossy@portalnew.com