Sr. Director:

Ante la sistemática actuación antisocial de algunos jóvenes he pensado en una afirmación que hizo el obispo de Málaga a este propósito : la violencia juvenil se produce por el aniquilamiento de la reflexión, de la educación en valores y de toda fe religiosa". De lo que no hay duda es de que estos jóvenes violentos carecen de una orientación ética y religiosa. Es así que, en ocasiones, buscan sólo nuevas experiencias y sensaciones, por eso torturan y matan a compañeros, a mendigos e incluso a quienes les han dado la vida.

Pienso que el obispo tiene razón, que el aniquilamiento de la reflexión, de la educación en valores y de toda fe religiosa lleva a la destrucción del alma de la persona. De ahí la importancia de recordar a personas y hechos que nos enseñan a pensar, a vivir el Evangelio en las nuevas circunstancias culturales y a descubrir que la persona es un proyecto que, en el diálogo con los otros, se puede encontrar con lo mejor de sí misma cuando busca la verdad. Lejos de ser un obstáculo para la tolerancia y la vida democrática, Dios es su garantía. Estoy convencido que con la publicación de la LOE y el rechazo de la asignatura de Religión hemos perdido una buena oportunidad.

Jesús Domingo

jesus.domingo@bell-lloc.org