• La empresa catalana inicia la producción en dos plantas guipuzcoanas con 155 empleados.
  • En concreto, la fábrica de Eskoriatza retomó la semana pasada la producción de ollas a presión y la de Garagarza (Arrasate) empieza este jueves la de vitrocerámicas y hornos.
  • Pero aún queda mucho para alcanzar su objetivo de puestos trabajo para el primer año de actividad (1.954 empleos: 705 directos y 1.249 indirectos) y se prevé que a final de año tenga 200 trabajadores. 
  • Mientras, negocia con Vaillant para hacerse con el 50% restante de la planta Geyser en Bergara, que nunca ha parado su actividad.
  • Sin embargo, el futuro de la fábrica vizcaína de Basauri no está claro porque no hay plan: el ayuntamiento pide que se dejen de excusas y se hagan con el pabellón de Edesa.

Como recordarán en Hispanidad les contamos el culebrón de la adjudicación de Fagor Electrodomésticos por parte de la empresa catalana Cata, líder de CNA Group, pues bien, ahora ha llegado el momento de hacer realidad los compromisos de su propuesta. Por ello, ha iniciado la producción en dos plantas guipuzcoanas, aunque a un ritmo muy lento, dando empleo a 155 personas.

En concreto, la semana pasada comenzó a funcionar la fábrica de Eskoriatza, que se dedica a la producción de ollas a presión y ya cuenta con bastantes pedidos. Un sector en el que Fagor era líder en el mercado español, pues su cuota era de casi el 40%. Algo que se vio con optimismo en el municipio de Arrasate, donde se encuentra la planta de Garagarza. Y por fin este jueves la esperanza se ha vuelto realidad, pues esta fábrica ha iniciado también la producción, en este caso de vitrocerámicas y hornos.

El hecho de retomar la actividad en estos dos enclaves, aunque a un ritmo muy lento que irá subiendo "hasta llegar a sus niveles de producción en serie habituales", es positivo, pues ha empleado a 155 personas. Con esta cifra, Cata ha dado trabajo ya al 7,9% de su objetivo para el primer año de actividad, pues en su oferta por Fagor mencionó 1.954 empleos (705 directos y 1.249 indirectos). Antiguos socios cooperativistas y trabajadores con amplia experiencia en el sector forman esta plantilla, que se prevé que crezca hasta las 200 personas a final de año.

Pero no sólo eso, sino que la puesta en marcha de las dos fábricas mencionadas significa mucho más. Concretamente concuerda a la perfección con la meta de la compañía catalana, que quiere que los productos de Fagor estén en el mercado antes de finales de año, según informó El Diario Vasco.

Paralelamente Cata está negociando con el grupo alemán Vaillant hacerse con el 50% que le queda de la fábrica Geyser en Bergara (Guipúzcoa), en la cual se fabrican termos y que nunca ha parado su actividad. Recuerden que Fagor tenía esta planta en 'joint venture' -acuerdo comercial de inversión a largo plazo entre dos o más socios- con la alemana, que lleva más de 135 años en el negocio de la calefacción y es el segundo mayor fabricante de Europa. Además en ella trabajan cerca de 100 personas.

Sin embargo, si lo que hemos contado hasta aquí era la cara de la moneda también hay que hablar de la cruz, pues el futuro de la fábrica vizcaína de Basauri no está claro. El ayuntamiento de este municipio ha pedido a Cata que se deje de excusas; "adquiera, alquile o puje" por el pabellón de Edesa y lo abra "sin más dilación", como informó El Correo. Un llamamiento que hicieron todos los grupos políticos de este consistorio (PNV, PSE-EE, EH Bildu y PP), pues consideran una "excusa" las declaraciones que el presidente de Cata, Jorge Parladé, hizo a El Correo y donde emplazó a la Diputación de Vizcaya a hacer una propuesta porque de lo contrario trasladaría la producción a Bergara. Recuerden que este órgano autonómico no se fiaba mucho y ante la falta de plan industrial para Basauri temía una deslocalización.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com