La ausencia de un documento oficioso despierta los problemas

 

Por razones políticas, Exteriores se niega a que AENA firme un protocolo de entendimiento con Gibraltar. Sería como reconocer su soberanía. Hasta ahora, el asunto se resolvía con una reunión de segundo nivel en el que se firmaba un documento para que ambas partes se repartieran las competencias. Pero ese sistema oficioso también ha sido prohibido. El resultado es que los controladores se ven obligados a soltar un avión en el aire y perderle la pista. Es decir, actuar a ciegas.

Este es el problema fundamental que ha despertado enorme estrés entre los controladores de la zona. Y no tiene nada que ver con el conflicto laboral derivado del recorte de sus remuneraciones. Existe un problema y Blanco y AENA harían bien en solucionarlo. De otra manera, vamos a terminar con una desgracia. Porque como ya hemos informado, las incidencias se han disparado considerablemente en los últimos meses. Y no se trata de instrumentos de presión de unos controladores que no se han planteado la huelga. Se trata de la seguridad. Tan sencillo como eso. A ver si las autoridades empiezan a enterarse.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com