Sr. Director:
Hace tiempo que no me distraigo leyendo el BOE, pero una buena amiga me ha informado que el 6 de noviembre se publicó la concesión a doña Bibiana Aído de la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, la cual conlleva el tratamiento de Excelentísima.

 

¡Adonde ha ido la excelencia! Afortunadamente, la excelencia que conceden los políticos se puede decir que está de paso, y nada tiene que ver con la excelencia y la cruz -gozosa- que una persona se gana diariamente en el seno de su familia, el trabajo, los vecinos

Por cierto, la Gran Cruz citada muestra en su centro una imagen de la Purísima Concepción. Dada la persecución que el Gobierno lleva a cabo contra los símbolos religiosos en espacios públicos, me pregunto si estos dos símbolos religiosos -la Cruz y la imagen de la Purísima- podrán ser exhibidos en una persona que es un cargo público.

Amparo Tos Boix