Todavía recuerdo aquel hermoso momento en el que Esperanza Aguirre, presidenta de Madrid, ex ministra de Aznar, aspirante a todo, inauguró un congreso de masones. Tan delicada es doña Esperanza, tan liberal, tan plural tan progresista, que se ciñó el mantelito y se dejó fotografiar para la posteridad, rodeada de otros dos maromos con sendos mantelitos.

Pero el pluralismo de doña Espe no conoce límites. Por ejemplo, la aspirante a la Presidencia del Gobierno nos regala ahora con la inauguración de un Congreso Evangelista sobre Lutero. Y es que no le falta de nada. Lutero, a través del cine y de otros medios está pegando fuerte en España. Para muchos católicos, por ejemplo para doña Esperanza, Lutero es un liberal mientras la Iglesia, pues qué quieren que les diga, es más opaca, más cerrada, y huele más a naftalina. El catolicismo es más confesional. Lutero, por contra un rebelde, oiga usted, un tipo que se las tuvo tiesas con el poder. El Papa es confesional de la misma forma que Lutero es un liberal. Y esto que acabo de decir es tan cierto, tan cierto como que Galileo fue quemado en la hoguera por la Inquisición.

Lutero, hora es ya de decirlo es sinónimo de libertad. Si será así que inventó el libre examen, que como su mismo nombre indica, revela la libertad de pensamiento. Pero es lo que ocurre con aquellos que se adelantan a su tiempo. Así que el bueno de Lutero decretó el libre examen o libre interpretación de la Biblia, y la cosa se acabó en las cientos de iglesias, grupos y sectas que, en muchos de los casos ya proliferaban antes de que el fraile rebelde se fuera a criar malvas. Y claro, tuvo que darle una respuesta. Porque el campesino, es decir, el tipo de la calle, siempre atento a sus profetas, se dijo : pues si no hay autoridad moral, esto es jauja. Y así, en 1525 surge la revolución campesina. A los príncipes alemanes no les preocupaba el libre examen pero sí les preocupaba, y mucho, la libre disposición de sus bienes que pretendían los labriegos (¡mala gente, los labriegos, muy brutos!). Entonces se cabrearon y le dijeron al profeta que arreglara el desaguisado. La respuesta de Lutero, el liberal, el plural, la reberza, fue la siguiente: Exterminadlos como a perros (esto no lo había aprendido en el seminario, se lo prometo).

Y así nace le Estado confesional, bajo el principio Cuius regio, eius religio que, traducido al cristiano significa que eres libre para adoptar otro credo que no sea el de tu soberano, pero en ese caso desde practicar el exilio, que es costumbre antigua en la historia de la humanidad. En definitiva, el liberal Lutero había creado el Estado Confesional, que, como es sabido, es lo que más mola una liberalota como Doña Esperanza Aguirre. Masoncilla con los masoncetes, evangélica con los evangélicos, prostituta con No, no quiero decir eso. Nadie dude de la decencia de doña Esperanza. Lo que quiero decir es que, en el seno del Partido Popular, doña Esperanza se nos ha convertido en la abanderada de la legalización de la prostitución. Es una estadista, de las que se hacen todo con todos para que todos le voten. Lo cual, no me lo negarán, también resulta una actitud de lo más evangélica.

Eulogio López