Menuda bronca armó el jueves el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet
Primero anuncia que mantiene tipos bajos y prorroga el manguerazo, el chorro de dinero artificial que mana desde Frankfurt hacia los bancos de Eurolandia. Asegura que, eso sí, no aplicará lo que podríamos llamar la tercera vía, solicitada para algunos políticos, por ejemplo Felipe González: comprar bonos de países en dificultades con su deuda, como Grecia, Irlanda o Portugal (luego viene a España). Sin embargo, ya lo estaba haciendo, con lo que la confusión fue grande. A Trichet le divierte poner al mercado y a los medios especializados en un brete jugando al despiste. Incluso hay un diario, prestigioso diario, que el viernes, gracias a los juegos del señor Trichet, asegura en portada que el BCE se lanzó a comprar bonos, mientras una página más allá, en su editorial, reprocha al presidente no haberlo hecho.
Lo cierto es que al final sí lo hizo; mantuvo tipos en mínimos, prorrogó el manguerazo y compró bonos. En definitiva, favoreció la especulación financiera. Ahora ya no sólo los países fuertes de la Unión (Alemania, Reino Unido, etc) salvan a sus bancos de la quiebra con dinero público, no sólo la Unión Europea como institución salva a países con la deuda pública disparada, como Grecia o Irlanda, sino que, además, el BCE compra bonos de esos mismos países.
Tomemos distancia: George Bush y Barack Obama iniciaron la salida falsa de la crisis: quebraron sus bancos y no se les ocurrió otra cosa que salvarlos a costa del dinero de todos. Eso creó un trágico precedente, una especie de nueva era de los banqueros irresponsables.
Pero ahora lo del Europa es peor, porque la burbuja que se está pagando con dinero de todos, o con cargo a la inflación -es decir, con cargo a todos- es, precisamente la deuda pública, siempre más exuberante que la privada y mucho más peligrosa. La burbuja especulativa de los bancos privados, creada por banqueros irresponsables, se queda en agua de borrajas comparadas con la burbuja de deuda pública creada por políticos irresponsables.
Hablando de políticos irresponsables. La Generalitat valenciana ha decidido imitar a los catalanes con una emisión de bonos patrióticos de 1.000 millones de deuda, ampliables a 1.500, ¡al 4,75%! Más gasolina para apagar el fuego. Esto no es deuda para nuestros hijos sino para nuestros bisnietos.   
Eulogio López
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