Posee un gran poder de convicción, el presidente de ONO, Eugenio Galdón, pero, por si acaso su encanto no bastaba, se hizo acompañar por miembros del Banco Santander para visitar al ministro de Industria, José Montilla. Allí, el presidente de ONO pareció convencer a Montilla de que lo mejor era que la empresa de cable que el preside comprara AUNA Cable y no al revés, porque, he aquí un buen argumento, sólo la fusión del cable puede hacer frente a Telefónica.

Lo cual, dicho sea de paso, es muy cierto, pero pedemos volver al argumento por pasiva y la cosa seguiría funcionand si Es AUNA quien compra ONO, la fibra óptica estaría igual de fusionada para hacer frente a Telefónica y, además, seguiríamos contando con una segunda empresa de telefonía integral, fijo y móvil, para competir, aun mejor con Telefónica.

El otro argumento de Galdón, naturalmente, es que mientras existe un management español, pro ejemplo, él mismo, no importa que la empresa quede en manos de fondos de inversión especulativos, que o bien trocean la compañía o bien reducen plantilla para dar el pelotazo. Y si cuela, cuela. Y, al parecer, no nos pregunten por qué, coló.