La banda terrorista ETA ha colocado cuatro bombas en la central de ciclo combinado (quema de gas para producir electricidad) de Boroa (Vizcaya), propiedad de la empresa irlandesa ESB. Eran artefactos de no mucha potencia, colocados en el perímetro de la central y que no han causado daños personales. Una llamada al diario proetarra Gara advirtió de las explosiones con unos 30 minutos de adelanto lo que dio tiempo a desalojar las instalaciones.

Sorprende este nuevo giro de ETA cuyos móviles según medios de la lucha antiterrorista, confunden a todos. Es como si la banda intentara no sobrepasar la frontera de las víctimas mortales, para mantener bien claro que tiene capacidad de matar, pero que no desea hacerlo en aras de una negociación política. Al mismo tiempo, sorprende el objetivo buscado : una central arquetipo e la nueva energía ecológica que siempre ha sido bandera de la izquierda, y ETA se considera de izquierdas.